ESTELA
-No deberías estar aquí. –Susurra mientras camina hacia todos lados, asegurándose de que nadie nos vea.
Sonrió antes de arrojarme contra él.
Caemos sobre una montaña de heno, sin pensarlo lo tomo del cuello para acercarlo a mi boca.
No se opone en ningún momento al contrario, en el instante que nuestros labios se rozan me besa con intensidad dificultándome respirar con normalidad.
-Alguien podría vernos. –dice cuando deja mis labios para continuar con mi cuello.
Quise hablar, pero sus caricias me dejaron sin habla.
Patrick era todo lo que una mujer desea en cuanto a hombres, alto, fuerte, apuesto, varonil y con... Otros atributos que lo hacen el hombre más espectacular que he conocido.
Es el hombre ideal de no ser porque es el capataz de mi padre.
Padre, jamás me permitiría estar junto a él, no es adecuado, ningún hombre lo es para él, solo son elegibles si son adecuados para hacer negocios que le permitan aumentar su fortuna.
Le toma un segundo, tomarme de la cintura para girarme y dejarme debajo de él sin dejar que su lengua salga de mi boca.
Antes de Patrick los días eran tristes, ahora solo pienso en escabullirme de casa para estar junto a él.
Sube mi vestido hasta dejarlo sobre mi vientre.
Su respiración está agitada al igual que la mía.
Deja pequeños besos que se van intensificando a medida que sube hasta llegar a mi vientre.
Mis gemidos se pierden entre los relinchidos de los caballos, hemos estado haciendo esto desde hace más de seis meses, pero cada vez es como si fuera la primera.
Si fuera un poco más lista no me expondría de esta manera, pero el cuerpo fornido de Patrick no me ha dejado pensar con claridad desde la primera vez que lo vi, estaba sin camisa, una buena razón para nublarme la cabeza.
-Esto no está bien, Estela.
Ruedo los ojos en la oscuridad, es la misma oración cada vez que lo hacemos, me repite que este amor es imposible, está diciendo la verdad, pero eso no me detiene cada noche cuando tomo mi caballo después de cerciorarme que padre esté dormido para venir hasta aquí donde Patrick trabaja hasta tarde.
-Nuestro amor es imposible, no tengo nada que ofrecerte. –Murmura cuando se sienta dándome la espalda.
-No hay futuro para nosotros. –Termino la frase que repite como un mantra después de tocarme en lugares que deberían estar reservados únicamente para mi esposo.
-Sabes que tengo razón. –Entierra la cabeza en medio sus piernas. –Eres la hija de un general. mereces algo mejor que esto.
-¿Qué es esto? ¿Qué quieres decir? –acaricio su espalda con la yema de mis dedos.
-Noches en un establo, no puedo darte otra cosa, ni siquiera tengo un lugar a donde podría llevarte.
Patrick es huérfano, perdió a sus padres cuando aún era un niño, creció con una tía que lo maltrataba y en cuanto cumplió catorce años decidió marcharse en busca de un trabajo que le diera de comer.
-El dinero no me importa, lo sabes, tuve una buena vida mientras mi madre vivía, pero desde el día que me dejo, he estado bajo el yugo de padre.
Algunos pensarán que no tengo nada de que quejarme, pero preferiría pertenecer a una familia pobre que me ame y no a una rica que no me aprecie ni un poco.
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Todas las vidas de Estela
Любовные романыLa vida de Estela no fue la misma desde la noche que su padre, un general retirado, la descubre junto a su primer amor