Capítulo 3

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Me estaba preparando para ir a la cafetería­ con Karina, solíamos hacer lo mismo todos los domingos, desde que salimos de la universidad necesitábamos un rato para nosotras. Llegué a la cafetería antes de la hora acordada con Karina, pedí­ un capuchino para esperar a Karina y observar las tareas que había dejado pendiente en la oficina para el lunes no llegar tan perdida. Me llegó un mensaje, era Darren, una estúpida sonrisa se dibujo en mi rostro al ver su nombre reflejado en la pantalla de mi celular.

- a ver, ¿y esa sonrisa? picarona, ¿no perdiste el tiempo verdad?

- ay amiga! no seas tonta! -- comencé a reírme -- no, no perdí­ el tiempo, y estuve pensando en tus palabras toda la tarde y me decidí­ por disfrutar de mi juventud, así­ como me dijiste ayer

-¿que hiciste?¿conociste a alguien en la app?

- pues..... si -- me encogí­ de hombros, y salí­ con él ayer

-¿queeeee?!! -- dijo mi amiga sorprendida al escucharme decir que había salido con un chico ayer -- cuéntamelo todo!!!!!! -- comencé a platicarle sobre Darren, lo coqueto que fue conmigo por la app, que me invitó de la nada a su trabajo, cuando llegué el lugar era bastante hermoso y cuando lo vi a él por poco muero, de tan guapo que era, y le conté que nos pusimos a hacer cosas y fuimos interrumpidos por su amigo -- no lo puedo creer!!! ya era hora querida!!! Lo que se ha perdido el idiota de Diego -- comenzamos a reírnos -- tienes que volver a verlo hoy!!! Es una orden, tienen que terminar lo que comenzaron anoche

- no quiero que piense que soy una fácil, pero muero por volver a verlo, es que es muy intrigante, sus ojos van a ser mi perdición -- me reí­ -- no sé si es que llevaba tiempo sin hacer nada, pero tenerlo cerca fue algo especial, diría yo, nuestra química sexual fue algo, inexplicable, quizás soy una máss de sus conquistas pero me hizo sentir tan bien

- ¿le contestaste el mensaje? -- había olvidado contestarle ya que fui interrumpida por Karina.

- no, lo he olvidado -- busqué mi celular y le respondí -- listo

- oye, ¿y su amigo esta soltero? -- comenzamos a reírnos, le enseñé el perfil de Darren a mi amiga y dijo que estaba bastante guapo y que entendía­ el porque había aceptado salir con él.


Terminó nuestra salida de chicas, nos despedimos y me fui directo para mi apartamento. Estaba acomodando la cocina un poco cuando me llegó otro mensaje de Darren.

-¿ocupada?

- no, solo estaba acomodando unas cosas en la cocina, ¿y tú estas trabajando?

- no, me he tomado la noche libre

-¿de verdad?

- si, no suelo hacerlo pero decidí­ en hacerlo hoy, ¿quieres dar una vuelta?

- me parece bien

-¿te buscó a tu casa?

- esta bien -- le envié mi ubicación y me fui directo a prepararme antes de que Darren llegará.


Unos 15 minutos después Darren estaba frente a mi apartamento, cerré mi apartamento y me acerqué a su auto.

-¿estas lista? -- asentí­, me acerqué y le di un beso en la mejilla, abrió la puerta de su auto para que yo pudiera entrar y luego él entró y comenzó a conducir.

-¿a dónde iremos?

- a cenar algo, ¿te parece bien?

- si, muero de hambre -- comenzamos a reírnos.

Condujo por un aproximado de 30 minutos, llegamos al lugar donde cenaríamos juntos, al entrar, dijo su nombre y la mesera nos llevó a una mesa apartada de las demás personas, un lugar un poco más privado y tranquilo.

Comencé a mirar el menú, todo se veía delicioso pero la realidad es que era mucho dinero y no podía­ pagar ningún plato del menú.

-¿esta todo bien? -- pregunto Darren.

- se me ha quitado un poco el hambre, es que... realmente es mucho dinero Darren

-¿y que sucede con eso?

- no puedo pagar ningún plato del menú

-¿y quién dijo que ibas a pagar? Yo te invité a salir, por lo tanto, yo pago

- no quiero ser una molestia Darren

- no lo eres Melanie, para nada, ordena lo que desees -- me tiró una guiñada y volví­ a mirar el menú

La mesera llegó para preguntarnos que queríamos cenar, Darren me dejo ordenar a mi primero y luego ordenó él, nos llevaron una botella de vino tinto y dos copas.

Darren llenó las dos copas y subió la suya.

- brindó por esta noche, acompañado de una hermosa mujer -- me sonrojé.

- y yo brindo por la compañía de un hombre muy guapo

- salud!! -- dijimos los dos a la misma vez.

La cena llegó, todo estaba delicioso, había quedado enamorada de esa pechuga a la parmesana, estaba deliciosa. Terminamos de cenar, salimos del restaurante y caminamos hasta el auto de Darren.

Llegamos a mi apartamento, eran las 9 de la noche, era temprano para terminar la cita, aunque al otro día tenía que levantarme temprano ya que trabajaba pero querí­a quedarme un poco más con Darren.

- hemos llegado

- gracias por todo Darren, la pase de maravilla, la cena estaba deliciosa y tu compañía espectacular

- lo mismo digo Melanie, gracias por haber aceptado mi invitación nuevamente, me esta gustando mucho compartir contigo -- nos miramos fijamente a los ojos, moría por besarle pero no me atrevía

- y bien, es hora de irme, mañana tengo que trabajar temprano

- aún es temprano Melanie, la noche es joven -- estaba tratando de decirme algo pero no lo decía claramente -- pero si necesitas descansar lo entiendo

- oye...¿te puedo decir algo y que no pienses mal de mí? -- asintió y me miró atento -- es que... ayer no pudimos terminar lo que empezamos -- comenzó a reí­rse y mordió su labio --¿quieres que te devuelva el favor de ayer? -- si, me encontraba con el modo de pervertida encendida en su máxima potencia, Darren me miró pervertida mente y asintió.

Acomodé mi cabello, quité la correa de su pantalón y metí­ mis manos hasta tocar su miembro, el cual estaba bastante grande y lo podí­a sentir mejor que la noche anterior, esta vez le tocaba a él disfrutar. Agarré su miembro con mis dos manos y comencé a jugar con él. Podía escuchar sus gemidos, aunque no lo hacia alto, trataba de disimular pero no podía­. Bajé un poco mi cabeza y metí­ su miembro en mi boca, comencé a mover mi lengua alrededor de su miembro, le daba pequeños golpes y ahora si podía­ escucharlo gemir un poco más fuerte. Agarró mi cabello y comenzó a mover mi cabeza de arriba a abajo, haciéndome ir a un ritmo que le encantaba y a mí también.

- Melanie -- dijo con la voz entrecortada y a la misma vez se vino dentro de mi boca, colocó su cabeza hacia el espaldar del sillón de su auto y aproveché para limpiar mis labios -- eres una diosa! -- comencé a reírme ante su comentario.

- ahora si tengo que irme, ya puedo dormir tranquila -- me miró y sus ojos tenían un brillo diferente al que había­ visto el día anterior -- cuando llegues a tu casa me dejas saber, ¿si?

- si Melanie -- me iba a acercar a darle un beso en la mejilla y este movió su cara haciendo que nuestros labios se juntarán -- descansa hermosa

Me bajé del auto y comencé a reírme como una tonta.

Sin AtadurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora