Capítulo 5

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Estuve toda la noche chateando con Matt, era un chico agradable, muy amistoso y me gustaba hablar con alguien de esa manera, de vez en cuando coqueteaba pero estaba más concentrado en conocerme un poco más.

Comenzó mi próximo día de la semana, me había levantando un poco más temprano de lo usual para llegar a la oficina a tiempo y completar mi trabajo especial antes de las 5 pm.

Estaba en mi oficina, cuando Raquel tocó la puerta.

- adelante -- entró con un ramo de rosas -- ¿y eso? -- pregunté emocionada al ver esas rosas tan hermosas.

- bueno, la ha traído una compañía de arreglos y preguntaron específicamente por ti

- ¿por mí?

- ¿tienes un pretendiente y no has dicho nada? -- se río coqueta.

- ya Raquel, deja de ser una entrometida -- comenzamos a reírnos, puedes dejarlo aquí

- ¿y no vas a ver quién lo envió?

- cuando tu salgas de mi oficina lo verificó -- se dio la vuelta y se fue riendo.

Me puse de pie y justamente me llegó una notificación al celular, era Darren.

- espero que te haya gustado el arreglo de flores

- joder Darren, me ha encantado! Muchas gracias

Me acerqué para ver la tarjeta y efectivamente era de parte de Darren, una sonrisa estúpida se reflejo en mi rostro, miré la tarjeta y tenía un mensaje.

"Ponte bonita esta noche, te espero en mi club, misma hora de siempre"

Un escalofrío corrió por todo mi cuerpo, me estaba invitando para su club esta noche, en plena semana laboral, inclusive sin haber hablado con él ayer por la noche, ¿que estaba tramando?

El día transcurrió de lo más normal, logré completar mi labor asignada terminé los documentos y ya estaban listos, una noche antes de la fecha estipulada, por lo que esta noche podía estar tranquila y relajarme.

Me estaba preparando para ir al club de Darren, cuando recibí un mensaje, era Matt.

- hola bonita, espero que te haya ido bien en tu día

- hola, me fue muy bien, logré terminar la tarea asignada antes de tiempo

- eso es bueno, hay que festejarlo, ¿tienes planes para esta noche? -- pensé en contestarle, de verdad me agradaría mucho conocerlo en persona pero tenía planes con Darren.

- tengo planes esta noche Matt, lo siento

- no pasa nada tranquila, quedan más días

- cierto, ¿te puedo escribir luego?

- claro, cuando termines de hacer tus cosas me escribes, estaré esperando tu mensaje -- mordí mi labio inferior.

Me puse un vestido negro, corto, con un escote en forma de V en mi pecho, me recogí un poco el cabello y me maquillé un poco. Ya estaba lista para ir al club de Darren, estaba un poco nerviosa pero moría de la intriga.

Llegué hasta el estacionamiento del club, habían bastantes autos, al igual que la primera vez. Bajé del auto y caminé hacia el club, al entrar, Darren me estaba esperando cerca de la entrada.

- wow! Cada día me sorprendes más -- dijo mientras me tomaba por la cintura y me acercaba a él para besarme -- moría por verte Melanie

- y yo a ti -- nos acercamos a la barra, pedí el mismo trago de la primera noche que me había encantado y Darren pidió lo mismo -- nos pusimos a tomarnos el trago y de momento, sentí como la mano de Darren estaba acercándose a mi muslo.

- vamos a otro lugar, tengo algo que enseñarte -- no lo pensé dos veces cuando ya estaba de pie e iba caminando detrás de Darren.

Darren tomó mi mano y comenzó a dirigirme entre medio de los clientes del club, el cual tenía muchas puertas que llevaban a diferentes salas.

Abrió una puerta y entramos a la sala, cerró la puerta con seguro y encendió la luz. El cuarto era bastante amplio, la habitación era roja y negra, tenía una cama gigantesca en el mismo centro, y habían muchas cosas que llamaban mi atención. Habían unas cadenas con esposas en el espaldar de la cama, había un sillón con una forma muy extraña y había un tubo en la otra esquina. En la pared, habían unos estantes con máscaras, látigos y lencería de toda clase. Tragué saliva y ya sabía lo que estaba a punto de suceder.

- nadie nos va a molestar, te lo aseguro Melanie, ponte cómoda -- se acercó a la estantería que tenía de vinos y sacó una botella, comenzó a llenar dos copas y realmente estaba muy nerviosa.

- ¿aquí traes a las chicas con las que sales?

- no Melanie, no todas tienen el privilegio de ver esta sala -- se rió y me miró fijamente -- solo las afortunadas entran aquí

- ¿soy una afortunada?

- no lo sé... ¿que piensas tú?

- creo que si -- comencé a ser un poco coqueta, no quería que Darren se aburriera de mí o que cambiará su pensar sobre mí, y la realidad es que esto era nuevo para mí pero quería intentarlo, no perdería nada.

- si lo eres, luego de lo que hiciste la noche del domingo... me has dejado sin palabras, no puedo dejar de pensar en ti ni un solo minuto del día, y créeme, eso no me pasa siempre

- es bueno saberlo -- me puse de pie y me acerqué a él.

Darren no apartaba su mirada de la mía, se encontraba sentado tomándose su copa de vino, mientras yo hacía lo mismo pero me acercaba a él de manera seductora.

Me senté sobre su muslo, haciéndole soltar un pequeño gemido y choqué su copa con la mía.

- vamos a celebrar que logré terminar mi trabajo antes de tiempo

- claro que si -- juntó sus labios con los míos y soltó la copa, para agarrar mi cintura y acercarme más a él.

En cuestión de segundos, ya estábamos sin ropa, solo teníamos nuestra ropa interior, y cielos! Darren tenía un buen cuerpo, no lo había visto bien. Me sentó frente a él, haciendo que nuestras partes rozarán, el aire se volvió intenso, y sus labios más apasionados.

- cielos Mel, ¿que me hiciste? -- dijo con su voz entrecortada y una leve sonrisa reflejada en su rostro.

- lo mismo que tu me hiciste a mí -- susurré en su oído mientras apretaba mi zona con la suya, sintiendo bastante su gran erección -- ¿estas bien?

- mejor que nunca -- comencé a moverme sobre él, los dos estábamos soltando gemidos, mis piernas temblaban, necesitaban sentirlo dentro ya, pero quería seguir jugando con él, quería disfrutar el momento.

Darren quitó mi sostén, dejando mis senos al descubierto, comenzó a observarlos mientras los tocaba y daba pequeños pellizcos a mis senos, haciendo que mi cuerpo se estremeciera y gemidos salieran de mis labios. Comenzó a pasar su lengua por mis senos, haciendo que se pusieran duros a su tacto.

- que bien lo haces Darren -- dije mientras jadeaba mi cabeza hacia atrás.

- ¿sabes lo que esta a punto de suceder verdad? -- asentí -- ¿estas consciente de querer hacerlo? -- dijo con su voz entrecortada, asentí nuevamente.

Darren me agarró fuertemente por la cintura, haciéndome quedar de pie, fue besándome hasta llevarme a la cama, donde me tiró en ella, se quitó su ropa interior, dejando al descubierto aquel dios griego que estaba a punto de declarar la guerra. Mordí mi labio inferior al darme cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Darren tomó mis manos, las puso sobre mi cabeza y me puso las esposas que estaban en el espaldar de la cama.

- oh Darren! -- lo miré con odio al no dejarme tocar su cuerpo, pero asentí, era algo nuevo para mi.

Quitó mi braga de un tirón, se acercó y comenzó a entrar en mí sin pensarlo dos veces. Sentirlo dentro de mí era algo increíble, esta sensación de hacerlo así era diferente, y realmente me gustaba que él tuviera el control de esta noche. Sentía que iba a estallar, iba a terminar conmigo, mis piernas temblaban fuertemente hasta llegar al orgasmo, los dos a la misma vez, sentí como Darren había terminado dentro de mí y fue algo inexplicable.

Sin AtadurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora