Las tres mujeres, más por miedo que por respeto, inmediatamente se pusieron en posición militar, de nuevo. La oficial Shy estaba algo confundida, pero no pudo demostrarlo ya que Rarity habló con algo de nerviosismo.
—Bienvenida a la estación, señorita Shy.
La pelirrosa no dijo nada, solamente empezó a caminar hacia Rarity, poniéndola aún más nerviosa de lo que ya estaba. Cuando estuvo cerca de su cara, tomó la mano de la más elegante y la bajó, diciendo en un tono suave.
—No tienen que hacer eso conmigo, sigo siendo una policía cualquiera.
—Oh, de acuerdo, está bien.
—Veo que la comandante las tiene a raya —dijo observando el comportamiento nervioso de cada una y suspiró—. Hablando de ella, ¿estará disponible o está ocupada?
—Ella eh... ¡Sí! Está en una situación con un estúpido ladrón —declaró la pelimorada con desprecio.
—Está bien —murmuró la oficial Shy, dirigiéndose a la oficina de Celestia.
—Pero dijo que estaba ocupada —habló con un poco de temor Pinkie.
—Tranquila, yo sé manejarla.
Cuando abrió y cerro la puerta de la oficina, las tres oficiales quedaron sorprendidas, nadie se atrevía a interrumpir a la comandante en medio de un caso. De repente, la puerta fue abierta y el oficial Soarin salió con su rostro completamente confuso y un tanto aterrado.
—¿Qué te pasa, Storm? —cuestionó la rubia preocupada al verlo en ese estado.
—Yo... sé que Caramel es un idiota pero... —tragó saliva pesadamente antes de seguir hablando—, nadie merece un destino así, ¿verdad?
—¿De qué estás hablando, querido? —preguntó también la pelimorada.
—Él... irá a la silla eléctrica.
Rarity y Applejack quedaron con la misma expresión del peliazul, sabían muy bien que el castaño era un tonto de mucho cuidado, pero aún así, como dijo Soarin, nadie merece una muerte de esa manera. Por otro lado, Pinkie sólo se mostró indiferente, pensar en la muerte de alguien ajeno a ella no le afectaba de a mucho, así que, ¿por qué fingir emoción negativa alguna? Cuando los otros la miraron con algo de confusión ella dijo.
—¿Qué? No lo conocemos de nada, ¿por qué importaría si se muere?
—Tú... Con todo respeto, eres rara, Pinkie —dijo Rarity, mirándola algo incrédula—, muestras una sonrisa alegre y llena de emoción todo el tiempo, pero cuando se trata de la muerte no... muestras expresión alguna.
La pelirrosa puso la punta de su lengua en una de sus mejillas internamente, alzando sus hombros en señal de desinterés. Enseguida, de la oficina salieron Caramel y Celestia. El castaño traía su cabeza baja mirando sus pasos, arrepintiéndose de todo lo estúpido y malo que hizo en su miserable vida. El levantó la mirada para observar a la rubia, la cual tenía una cara medio triste, tal vez muy en el fondo sí lo apreciaba.
—No pongas esa cara... Te vas a deshacer de mí... Eso es lo que querías, ¿no?
—¡Alto! —alzó la voz Fluttershy desde la puerta de la oficina—. No permitiré que lo mates.
—¿Qué dijiste? —dijo la mayor, volteando bruscamente con un semblante para nada amigable.
—Lo que escucho... Comandante.
Celestia se acercó a Fluttershy mientras sostenía a Caramel de las esposas, quedo frente a frente mirándole los ojos a la pelirrosa, quién la veía desafiante. La comandante no dijo nada y sonrió un poco, pero su contraria siguió con su cara seria y dijo.
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The police and the criminal
FanfictionRainbow, sus crímenes y su misterioso pasado la persiguen día y noche. No hay minuto en el que no se arrepienta de lo que hizo pero tampoco se atrevía a decir la verdad por miedo del bienestar de su familia. Un día eso cambia cuando la trasladan a l...