Yuta x Inumaki

Vecino

Toge no podía creerlo, había llegado un nuevo vecino al departamento del lado.

Está muy contento, tanto que parecía niño chiquito. Según contaron sus otras (chismosas) vecinas, era un joven guapo, alto y muy amable. Inumaki como el chico alegre que es, quería que ese vecino fuera su amigo.

............

Unos días después Inumaki sintió bastante traqueteo en el departamento de al lado, por lo que supuso que su vecino se había instalado por completo, ya que durante dos días solo había visto movimiento de personas que iban a dejar muebles, cama, libros, entre otras cosas.

Nunca vio a su vecino, pero ahora que estaba ya instalado podría ir a presentarse.

Tocó la puerta y se quedó parado como niño bueno esperando.

Al abrirse la puerta se espero todo menos lo que vio. En ese momento Toge quedó impresionado. Guapo era quedarse corto, las vecinas no le habían hecho justicia. ¿Alto? El hombre era un poste de luz, y su porte combinaba a la perfección con su ancha espalda. Cabello negro con un bonito flequillo dividido en la mitad. Ojos azul oscuro, algo ojeroso, pero no eso no le restaba a su apariencia, si no que le daba cierto plus misterioso a todo el conjunto.

"¿Hola, te p-puedo ayudar?" Comento el chico alto.

Toge saco una pequeña libreta y escribió.

"Hola, soy tu vecino Inumaki, estoy justo al lado" específico el albino, ya que por piso eran cinco departamentos.

"Oh" sonrió el chico "Yo soy Yuta Okkotsu, seré tú vecino a partir de ahora, estoy a tu cuidado" dijo mostrando una gran sonrisa.

Adorable, pensó Inumaki.

"Te invito a tomar té" escribió Toge otra vez.

"Puedes hablar con LS, no hay problema. Y por lo que veo, puedes oír"

"Si, soy mudo, oh mejor dicho... puedo emitir sonidos pero muy bajos, pero no puedo hablar, problemas de nacimiento" gesticulo Toge.

"Comprendo, bueno, aceptaré la invitación Inumaki-kun, tengo que ordenar mucho todavía, así que tomar algo me ayudará"

"Vamos entonces" firmó el albino.

...................................................................

Desde allí Yuta e Inumaki, se hicieron buenos amigos y cada viernes, Okkotsu iba a la casa de Inumaki sin falta a comer galletas, pastel o lo que sea que tuviera preparado el albino o llevara Okkotsu como regalo. Y todos los días salían al balcón a conversar un rato, antes de que cada uno se fuera a dormir.

................

Seis meses después.....

"Estoy enamorado de Yuta" firmó Toge.

"Se te nota" dijo Maki "lo que me extraña, es que el drogadicto no se haya dado cuenta".

Maki había conocido a Yuta hace tiempo atrás, cuando Inumaki se había enfermado. Lo había ido a visitar y descubrió que el vecinito lo estaba cuidando.

"No es drogadicto" firmó Inumaki.

"Tiene toda la cara" sonrió Maki "además  también le gustas"

"Mientes"