la princesa del reino

capitulo 11: el miedo a lo desconocido

Mi cabeza me dolía, punzaba de manera tan fuerte que no podía conectar mis ideas, me sentía mareada, el cuerpo me dolía, y la debilidad de mi cuerpo no me permitía moverme, escuchaba voces a mi alrededor, voces lejanas, distorsionadas, no lograba saber a quién pertenecían, tenía sed, demasiada sed, mi boca estaba lo suficientemente seca para creer que llevaba horas sin un sorbo de agua, mi garganta tenía un ardor molesto. Intente abrir la boca, pedir agua, pero en lugar de eso salía un quejido tan lastimoso que yo misma me di lástima.

- Mad? - escuché pasos caminar en mi dirección - estás despierta?

- Sed- escupí las palabras en la desesperación por algo de agua

Escuché personas moviéndose, el golpeteo de unos vasos y finalmente el chorro de agua chocando contra el cristal de este, alguien puso sus manos bajo mi cuello, levantando ligeramente mi cabeza, el cristal del vaso rozo mis labios, el alivio completo lleno mi cuerpo cuando sentí el agua entrar en mi boca.

- Necesitas tomar líquido, desde que quedaste inconsciente no hemos podido darte nada - me dejaron con suavidad en la posición que estaba anteriormente

- Qué paso?- no podía recordar nada de lo que me hizo terminar en este estado

- Luchamos contra un puesto de los salvadores, las cosas no salieron bien, el Rey y tú fueron atrapados por uno de ellos, te dispararon - los recuerdos llegaron a mi como un balde de agua fría

- la corte - un sollozo salió de mi cuerpo lastimando más mi garganta en el proceso - los ví, estaban muertos

- Lo sentimos Princesa, desgraciadamente perdimos a nuestros guerreros - reconocí la voz de Jerry

Poco a poco mis ojos se fueron abriendo, acostumbrándome a la Luz que me rodeaba, pude distinguir la figura de mi gente, aquí estaban, a mi lado, cuidando de mi, protegiéndome ahora que estaba vulnerable, haciendo eso que yo no pude hacer por ninguno de sus amigos, de sus familias, admitir que les había fallado fue un golpe duro y fuerte en el estómago, los lleve a la guerra prometiendo un mejor futuro, pero ahora habíamos perdido más.

- Lo siento- mi voz era apenas un susurro, tal vez por el malestar de mi garganta, o vergüenza, tal vez las dos- lamento no haber podido protegerlos

- No tiene que disculparse de nada princesa, peleo por nosotros, mire en el estado que terminó - Jerry agacha la cabeza en mi dirección- cuando la encontré creí que no llegaríamos al reyno a tiempo, sacrificó su vida para mantener a nuestro rey con vida

- Ezequiel- los recuerdos de lo que pasó después de mi disparo llegaron- cuando me dispararon mi papá quedó solo con ese salvador - un nudo más fuerte comenzaba a formarse en mi interior- díganme que está bien, por favor, díganme que no lo perdí también a él

- El rey está bien, estás a salvó, pero está indispuesto, desde lo que pasó, no sale a ningún lado, también pedimos a Shiva

- No fue un sueño - siento que me ahogo - lo ví, la Vi rodeada de caminantes antes de perder la consciencia, pero en el fondo de mi ser quise creer que todo era una alucinacion por la pérdida de sangre - intento jalar todo el aire posible a mi sistema- fue una buena guerrera, siempre cuido de nosotros

- Princesa, debe descansar, aún está muy débil - Jerry se acerca a  mi - yo cuidare al rey en su ausencia, pero necesitamos que se reponga, sin nuestro rey al frente la necesitamos para terminar esto, para protegernos si las cosas se complican

- Cuenta con ello, está bien no pienso dejarlos ir tan fácil

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Dormí demasiado, lo suficiente para perder la noción del tiempo, fui atendida y cuidada en mi estado, se encargaron de curar mis heridas, mientras estuve inconsciente sacaron la bala de mi muslo, la del hombro salió en el impacto, me improvisaron con cabestrillo casero, necesitaba mantener mi hombro estable todo el tiempo posible, pero ese era justo el problema, no sabía cuento tiempo teníamos, pero estábamos seguros que cada segundo contaba.