2.

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El golpe en el asfalto nunca llega.

En lugar de eso, su caída se detiene abruptamente, amortiguada por algo cálido que la envuelve con fuerza.

Merlina abre los ojos lentamente, con la cabeza aún dándole vueltas por la caída. Su mano se dirige instintivamente hacia su brazo para pellizcarse y comprobar si aún está viva. Lo está, de alguna forma sobrevivió.

Y si su día no podía ponerse peor. En ese momento, su mirada se encuentra con el rostro lleno de terror de Enid. De alguna forma, Enid la acaba de atrapar en sus brazos.

Merlina abre la boca, pero ningún sonido sale. Su cerebro es incapaz de procesar lo que está pensando porque ni siquiera procesa el hecho que acaba de sobrevivir haber muerto con el pavimento de la escuela. Además, ¿como es posible que Enid tenga la fuerza para atraparla en el aire? ¿Desde cuándo era tan fuerte?

- ¡Luna santa, Merlina¡ ¿¡Estás bien¡? - Enid pregunta casi tan alto que seguro cualquiera que esté a diez metros de distancia la escucha.

Merlina parpadea. No, no estaba bien. Casi muere hace unos segundos atrás por culpa de Cupido.

Regresa a ver a su pecho y la flecha dorada sigue ahí. No cree que Enid puede verla porque sino está segura que estaría haciendo otro escándalo.

Puede sentir las manos de Enid apretando su hombro como si su vida dependiera de ellos. Mirándola con preocupación. Enid. Enid de quien se suponía estaba enamorada según Cupido. Enid la cual tenía una flecha en el pecho clavada con su nombre.

Las náuseas le regresan.

Tenía que sacar a Enid de aquí antes de que Cupido aparezca.

- Bájame - exige Merlina, la vergüenza carcomiendola por dentro, aún así no lo deja ver en su rostro. Enid obedece de inmediato colocándola en el suelo.

Con manos temblorosas, Merlina se endereza la camiseta antes de enfrentarse a las miradas incrédulos de Yoko y Bianca que habían observado todo.

- ¿Qué carajos? - Yoko dice mirando hacia el balcón donde Merlina acaba de caerse y otra vez hacia Enid y ella. - ¿Acaso trataste de matarte?

No va a perder el tiempo contestandole. Merlina decide ignorarla. Están al aire libre y la flecha puede venir de cualquier dirección.

Merlina se vuelve a girar hacia Enid que aún parece estar preocupada.

- ¿A dónde van?

- ¿A... a Jericho? - Enid contesta aún confundida y revisando a Merlina en busca de lesiones.

- Vamos comprarle flores a mi novia. - Yoko interviene- Quizás no lo sepas pero hoy es San Valentín y como estas dos están más solas que-

Merlina la interrumpe. No le importa lo que la vampira tenga que decir. Necesita sacar a Enid del patio de la escuela rápido.

- No deberías ir.

- ¿No?

Enid la mira aún más confundida, ladrando su cabeza.

- No, deberías quedarte. Bianca es suficiente compañía para la vampiro.

- Esta vampiro tiene nombre...

Bianca interviene, su tono sarcástico. - ¿Por qué Enid debería quedarse contigo? - Cruza los brazos, su mirada escudriñadora. - Es San Valentín, Merlina. ¿Tienes planes especiales que requieren la presencia de Enid?

El comentario la saca de lugar por unos momentos. ¿Qué?

Enid tose ruidosamente atrás de ella.

ALEJATE DE MÍ, CUPIDO ; wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora