extras; trueno.

Días del infierno

Mateo

—No seas tramposo, dale— dijo Franccesca, sacándome la lapicera de la mano. Yo seguía escribiendo a pesar de que haya frenado el juego.

—Me falta completar la palabra— expliqué, mirándola a los ojos, y no pude no convencerla en terminar mi juego.

—Sos re lento— criticó, devolviéndome lo que me sacó, solo para que termine de escribir. Yo sonreí y me tomé el tiempo necesario.

Miento diciendo que "me faltaba completar la palabra", me faltaban como tres casillas, pero las completé a la velocidad de la luz. Ella ni se dio cuenta.

—Bueno... Nombre— comencé.

—Estefanía.

—Ernestina— contesté y ella frunció el ceño.—. ¿Qué?

—¿Ernestina dijiste?— repitió, yo asentí. Definitivamente, yo no me voy a encargar de ponerle nombre a nuestro futuro hijo, si es que llegamos a tener.—. ¿Animal? Yo puse elefante— informó después de anotar sus puntos.

Las categorías eran las siguientes: Nombre; animal; color; actores o actrices; países y una serie o película que hayamos visto juntos. En la última nos la complicamos un montón.

—Escarabajo, hay que tener uno— avisé determinante.

—Ni loca— advirtió.—. ¿Colores?

—España— contesté, consiguiendo que vuelva a levantar su vista de la hoja.—. Existe el color España, porque vos cuando pensás en España pensás en el rojo, así que es color España... ¿entendés?— consulté, pero terminó entendiendo cualquier otra cosa que sólo se explica con unas cuantas pitadas de porro.— Vos, que me mirás con esa cara, seguro pusiste esmeralda porque sos re trola— aseguré, haciéndola reír.

Jugar al tutti frutti con ella es sinónimo de terminar peleándonos.

—Sí, puse esmeralda, ¿cuál hay?

—¿Viste? Sos re trola— afirmé, alzando mis hombros.—. Después puse Elton John.

—Elton John es un cantante, Mateo— recordó harta.

—Pero actuaba en sus videos musicales, así que es actor— acoté. Podré ser mal jugador, pero mis justificaciones eran muy válidas.

—Yo puse Ester Expósito...

—Yo le doy— interrumpí, y al ver de vuelta su cara de enojo, me reí por segunda vez. Nos jodemos con lo mismo todo el tiempo.—. ¿País?

—Estados Unidos— respondió.—. ¿Vos?

—Entre Ríos.

—La puta madre, Mateo. Hace quince minutos venimos jugando con países— reprochó ya cansada de lo chamuyero que estaba siendo.—. No cuentan provincias, es país o país, nada más, así que tachá eso— insistió.

—Pero es parte de Argentina, ¿y Argentina qué es? ¿Una isla flotante?— interrogué y ella rodó los ojos, no quería jugar más.

—¿Película o serie?

—¿Qué pusiste vos?— le cambié la pregunta.

—El Marginal— suspiró y yo sonreí escuchando lo que puso, ella ya se veía venir mi respuesta atrofiada.

—El país de las maravillas en donde está Alicia...

—Listo, sos un inútil— interrumpió ahora ella.—. ¡Aunque esté mal escrito, nunca vimos esa película juntos!