5. Conexiones.

209 42 7
                                    

Primer año, 13 de julio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Primer año, 13 de julio.

Llevaban un mes de conocerse. Poppy había adquirido un peso considerable en tan poco tiempo, lo que evidenciaba una notable mejoría en su estado de salud. En ocasiones, le costaba bastante ponerse de pie, por lo que Ramón dejaba algunas horas libres en su agenda para vigilar de cerca su progreso.

—Lo vas a lograr, solo camina un poco más, Poppy.—Decía con voz alentadora, mientras ella intentaba, con todas sus fuerzas, controlar su equilibrio. Sus pasos, cada vez más firmes y rápidos, demostraban su tenacidad y el avance en su recuperación.

—¡Lo hice, Ramón! ¡Llegué contigo sin caerme! —Desbordaba de felicidad, lanzándose a sus brazos, buscando el sostén y apoyo que él le brindaba.

—Confié en ti. Tu recuperación ha sido increíble. —Agregó el peliazul, con una sonrisa que iluminaba su rostro y transmitía su profunda satisfacción.

—¿Puedo retomar las clases? ¿Otra vez vendrán esas chicas a cambiarme de atuendos? ¡Es emocionante! Muero por continuar con todo esto. —Su voz vibraba de entusiasmo, evidenciando su anhelo por seguir aprendiendo y progresando.

—Una cosa a la vez. Lo que más me interesa es tu educación, y veo que tienes un buen avance. Estoy seguro de que en menos de un año podremos terminar de enseñarte lo más complicado. —Ramón respondía con calma y seguridad, demostrando su compromiso con la educación de Poppy.

—¿Después de eso, qué haré? —Ese comentario le sacó muchas dudas. La incertidumbre sobre su futuro se reflejaba en su mirada.

—Irás a la universidad. Pienso que será una buena forma en la que puedas hacer amigos y encontrar una distracción positiva para tu proceso de recuperación.

—¡Eso suena increíble! ¿Cómo es una universidad? ¿De verdad me dejarás ir? —Sus ojos despedían un brillo único, un reflejo de la esperanza y la ilusión que albergaba en su corazón.

—¿Por qué no lo haría? Siempre he tenido ese propósito, y me alegra poder ayudarte a alcanzarlo. —Dio una ligera sonrisa hacia ella. Si bien no era de sonreír para nadie, las emociones positivas que Poppy despertaba en él lo hacían sentir más abierto y receptivo.

—Ramón, te quiero. —Su abrazo se volvió más fuerte, expresando un profundo sentimiento de agradecimiento y afecto.

Su corazón latía rápido, una señal de emoción en su pecho. No supo cómo reaccionar, conmovido por la inesperada declaración, así que se soltó de ella.

—Tengo cosas que hacer, Poppy. Te veré en la cena. —Se despidió con amabilidad, tratando de controlar la mezcla de emociones que Poppy había despertado en él.

—¡De acuerdo! Te estaré esperando, Ramón. —Respondió con alegría, despidiéndose con una sonrisa radiante.

Era hora de su medicina, así que tomó las muletas que ocupaba al estar sola y se dirigió al elevador. Ramón instaló uno para que ella no se preocupara de usar las escaleras, demostrando su preocupación y cuidado por su bienestar.

En un rato llegaría Crystal, debía ser veloz para terminar a tiempo, ya que no le gustaba la impuntualidad.

—¿Qué tal, Señorita Bennett? Espero que se encuentre mejor ahora. —Crystal la saludó con calidez, transmitiéndole su apoyo y buenos deseos.

—¡Hola, Señorita Crystal! Estoy mucho mejor, me alegra volver a verla, ¡Ya quiero retomar mis clases! —Su entusiasmo era contagioso, contagiando a Crystal de su positividad.

No era la misma de hace poco. Crystal la conoció tímida, con mucha vergüenza de hablar o sonreír. Ahora irradiaba felicidad en cada gesto, un reflejo de la transformación que había experimentado en su interior.

Se sentó junto a ella en la cama y tomó su mano.

—Poppy, sé todo de ti, y créeme, tienes mucho potencial. Mírame como una amiga, te ayudaré en todo lo que sea posible, vas a ser exitosa. —Crystal hablaba con firmeza y convicción, inspirando confianza y esperanza en Poppy.

Hubo silencio por un momento. Se abalanzó, abrazando a su institutriz con fuerza. -Muchas gracias, de verdad, aprecio mucho esto.-Los ojos de Poppy despedían un brillo muy lindo, que encantaba a cualquiera que los viera.

—Muy bien, comencemos con las lecciones. Lo primero será mejorar tu lectura y escritura. Después iremos con las matemáticas. Será un día largo, ¿Podrás con eso?

—¡Por supuesto! —Respondió Poppy con una sonrisa radiante, llena de energía y determinación.

Solo el universo podría descifrar el origen de la fuerza que impulsaba a Poppy. Alguien en su condición probablemente se encontraría rendido, necesitando incluso más de un mes para recuperarse. Sin embargo, Poppy era diferente. Su espíritu indomable la convertía en una fuerza imparable, capaz de superar cada obstáculo y levantarse con determinación cada nuevo día.

 Su espíritu indomable la convertía en una fuerza imparable, capaz de superar cada obstáculo y levantarse con determinación cada nuevo día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡GRACIAS POR LEER!

Instagram: uwu_707qTiktok: andycitaaaa_

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Instagram: uwu_707q
Tiktok: andycitaaaa_

Canal de WhatsApp:

Canal de WhatsApp:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un Corazón en las Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora