25. Dilemas.

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Segundo año, 9 de septiembre

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Segundo año, 9 de septiembre.

El estudio de grabación estaba iluminado apenas por las luces suaves que se reflejaban en los paneles acústicos de las paredes. El ambiente estaba lleno de cables, micrófonos y computadoras, creando un escenario perfecto para el trabajo de un productor musical y su artista. Nova estaba en el centro de atención, de pie frente al micrófono con auriculares puestos, lista para grabar la parte final de su nueva canción. Ramón, su productor, estaba sentado en una silla frente a la consola de mezcla, con la mirada fija en su pantalla de computadora, pero con una ligera distracción en su rostro.

—¿Lista para la toma, Nova? —preguntó Ramón, intentando enfocar su atención en la pantalla mientras ajustaba algunos controles.

—¡Listísima! —respondió Nova, con una sonrisa confiada mientras ajustaba el micrófono frente a ella.

Ramón asintió y presionó el botón de grabación, el conteo regresivo llenó el estudio con un ritmo metódico. Pero en lugar de concentrarse en la grabación, sus ojos se deslizaban hacia el teléfono que descansaba a un lado de su teclado. La pantalla mostraba un mensaje nuevo de Poppy, y no pudo evitar sonreír al leer sus palabras.

—Vamos a empezar —dijo Nova, tomando aire y preparándose para cantar. La música comenzó a sonar en los auriculares de Nova, y ella empezó a interpretar la letra con pasión y energía.

Ramón se concentró en los matices de su canto, ajustando los controles con destreza.

Una vez que la toma finalizó la rubia salió de la cabina, sonriéndole a Ramón amigablemente.

—¡Por favor, dime que salió bien! —exclamó, animada.  —estuve repasando el tono que quería darle a la canción toda la noche, ¿Qué piensas? —preguntó, mirando al azabache con los audífonos puestos, concentrado en la reciente grabación de voz de Nova.

—Pienso que es excelente, te superaste nuevamente. —dijo Ramón con un toque de seriedad y amabilidad en su voz.

—Ya sé que soy genial, no es necesario que me lo recuerdes...—le respondió la ojiazul, siendo irónica.

Él soltó una risa tenue. Pensó un poco en sus palabras y continuó diciendo: —No sé porque insistes en tenerme como manager, si haces todo por tu cuenta.

—Supongo que es porque congeniamos muy bien, además tú ya tienes experiencia en el medio. Me refiero a...cuando tu padre manejaba la agencia y creó el grupo con tus hermanos.

Ramón le pidió que se detuviera.

—Ya son cosas pasadas. Me gusta ser una ayuda para ti, porque me distrae de otras responsabilidades, pero recuerda que de mi familia no me gusta hablar.

Nova lo miró fijamente por un momento, como si intentara leer en su expresión algo que él no decía en palabras. Finalmente asintió, sabiendo que no debía presionar más en ese terreno.

Un Corazón en las Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora