teacher's pet | kookmin

03: problemático

La tenue luz se colaba por las cortinas en dirección a la extensa habitación junto con un sonido ruidoso que provoco que cierto pelinegro se despertará, este se levanta apagando aquella alarma tras mirar su cama, observando el cuerpo desnudo lleno de moretones y algunas marcas. El cuerpo pertenencia a una joven universitaria con el cual tuvo un enrollo durante la noche.

— Hey, despierta. — Le dice el mayor a la chica mientras sacudía su cuerpo. — Debes largarte de aquí antes que salga de la ducha.

Dicho eso se encamino hasta su cuarto de baño donde tomo una refrescante ducha, despejando todos sus pensamientos. Tras eso culmino para secar su cuerpo e ir hacia su habitación, vistiendo uno de sus lujosos trajes entallados junto con unos zapatos pulcros negros, miro en dirección a su cama viendo que esta se encontraba vacía.

Ya arreglado bajo las escaleras en dirección a la salida pero se topo nuevamente con esa chica, que se encontraba colocándose su ropa.

— Creí que ya te habías ido. — Dice mirándole con el ceño fruncido.

— Ya estaba apunto, solo que no encontraba mi ropa. — Le responde la femenina.

— Vamos, te llevaré. — Le dice sin esperar su respuesta para dirigirse a la salida.

La chica le seguía el paso hasta que subieron aquel auto negro, donde se formo un silencio incómodo.

— ¿Cuál es su nombre? — La pelinegra rompe el silencio mirándole con curiosidad.

— Jungkook, ¿tú? — Responde sin mucho interés, concentrándose en el camino. —Te dejare a una cuadra de la parada de autobuses. —

— Celeste, lo agradezco. — 

Sin darse cuenta ya habían llegado al lugar que indico el mayor, por lo que se bajo de aquel auto sin despedirse. Jeon condujo hacia su lugar de trabajo pero su atención se desvió a un pequeño rubio que jugaba con una piedra distraído. Una sonrisa se formo en sus labios tras tocar bocina llamando la atención de aquel joven, Jeon bajo su vidrio para que este lo mirará.

— Sube Park. — Le dice, pero el menor le mira con desconfianza. — No te lo repetiré nuevamente. —

Con fastidio notable en el rostro del rubio, se sube al auto en el asiento copiloto, mirando a su profesor que lo miraba con burla.

— Pero que carita te traes Park, buenos días para ti también. — Una sonrisa burlona se hace presente en los labios del pelinegro  

— Usted si que es un dolor de cabeza, ¿A qué se debe su noble acto? —

— ¿No puedo darle un aventón a mi queridísimo alumno? — Le responde con sarcasmo.

— No, no es lo que haría un profesor, esta mal a los ojos de los demás. —

— Los demás no se deben de enterar, si no se enteran pues no hay problema. Así que ten tu bella boquita cerrada. —

— ¿Bella boquita?, no pensé que me mirara los labios profesor, eso puedo tomarse de otra manera. —

— No te hagas ilusiones Park, no es nada especial. —

— Usted si que es molesto, no lo soporto. —

— Soy tu profesor es mejor que nos llevemos bien, debes ser un buen chico. —

— Mejor cállese y lléveme al instituto. — Le responde el menor con el rostro totalmente ruborizado, sintiendo cosquillas en su pancita.

— Te ves tierno todo rojito, me imagino que llorando te debes de ver mas lindo. —

— ¿Qué? —