Capítulo 38: Exodus

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Año desconocido

Narrado por una sombra

Había un extraordinario amanecer violeta que inundó el cielo con su belleza, resplandeciendo gracias a luz de los rayos que se propagaban a través de la tormenta. 

Entre aquel caótico y hermoso cielo, Abraxas meditaba sobre los distintos tipos de Eclipses que había... pero aún no sabía como definir un Eclipse híbrido, para los mortales, este era un eclipse que podía cambiar de anular a total a lo largo de su trayectoria, empezando como un eclipse anular donde la luna no esconde completamente el sol, creando un anillo de fuego, y luego, convirtiéndose en un eclipse solar total, la luna bloqueando completamente el sol... pero para él, era mucho más.

—Temo que la maldad consuma su mente más de lo que debería Malica...

—No mientas, no temes por ello, temes que te superé a ti y pueda destruirte. Si por ti fuera, estarías satisfecho con que aniquile toda la humanidad con tal de que no te toque a ti. Sé que si tuvieras que sacrificar el mundo que creaste, lo harías sin dudarlo, es más, le darías las herramientas para que sea más fácil la destrucción. 

—Contigo me siento expuesto, soy un libro abierto... pero no parece que lo que encuentras en mi te asuste.

—Protegeré a mi hijo siempre, Eclipse puede ser un justiciero pero no es malo, lo cuidaré, y lo detendré si existe la posibilidad de que pueda aniquilarse a sí mismo.

—Preferiría perderlo a él que a ti... podemos tener más hijos, pero en ningún espacio del universo te encontraría a ti.

—Siempre sacrificaré mi vida por la de Eclipse.

—Lo conviertes en un ser intocable.

—Y eso es indiscutible.

***

Año 3031, antes del Eclipse

Narrado por una sombra

Archeus y Cornelius estaban a punto de salir de la carpa en búsqueda de los demás, frenaron en seco, alzaron sus manos hacia los lados y no pronunciaron palabra. 

—Yo los salvé a ustedes... a ti... Cornelius Zimmerman, ya te conocía, las denuncias por el abuso de tu padre te mantenían constantemente en la estación... sé que me dirás la verdad, sé que me dirás porqué al seguirlos encontré este lugar, porque las cosas que están afuera.... no son humanos... ¡Y no me mientas maldita sea! 

—Calma... 

— ¿Quién es? —susurró Archeus. 

—Asher Lennox... soy el oficial que llegó a la mansión Malkavian, cuando casi los matan en el sótano.

Se quitó la gorra de la cabeza, su largo cabello cayó hacia sus hombros.  Shappira había entrado a la carpa, lo reconoció inmediatamente y percibió su desesperación, le tomó los hombros esperando tranquilizarlo.

— ¿Asher, estás bien? —él se sorprendió cuando lo tocó de repente y apretó el gatillo, el olor de la sangre empezó a hacerle sentir sed, sus ojos se tornaron rojos y sus colmillos parecían afilarse, duplicando su tamaño... pero jamás se abalanzó sobre ella.

— ¡SHAPPIRA! —clamó Archeus, aterrorizado. 

La bala cayó en su vientre, y los latidos de la criatura parecían silenciarse... Ella se desplomó.

—Asher, ¿qué has hecho? —vociferó Connor entrando a la carpa, se aproximó y sosteniendo a Asher del cuello con violencia, lo pinchó con una aguja que Draven le dio para emergencias. Aquel veneno lo paralizó en un segundo, y cuando este se desplomó Connor volvió velozmente hacia Shappira.

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