Las hermanas Jeon: Metanoia (COMPLETA)

Dos

JooHee desactivó la alarma de su teléfono antes de que siquiera sonara, se había despertado varios minutos antes. Cuando el reloj de la mesa de noche indicó la hora, movió con cuidado el brazo de su esposo, JungKook fue despertando estirándose en la cama, restregó sus ojos para luego encontrar a la mujer de su vida mirándolo con atención. La abrazó respirando en su cuello dejando que ella jugara con su cabello, ¿Disfrutaba despertar así con JooHee?, todo el tiempo. El silencio se hizo muy extenso, sabía que las niñas seguirían dormidas a menos que uno de los dos fuera a despertarlas.

—¿Estás bien?—murmuró.

—HeeRan...me preguntó anoche sobre ese nombre—respondió en voz baja. JungKook la soltó despacio encontrándose con su mirada azul—Estuve pensándolo mucho y...—hizo una pausa jugando con sus dedos en el cuello de su camisa—Hablaré con ella.

—¿Estás segura?

—Cuando estaba con las consultas del psicólogo una vez me dijo que tengo dos opciones, intentar seguir adelante como si nada hubiera pasado o aceptar que todo lo ocurrido fue sencillamente una temporada de mala suerte, una temporada que tuvo consecuencias buenas y malas—JungKook acarició su mejilla—No quiero mentirle a mis hijas, HeeRan es la mayor, tiene preguntas y quiero responderlas.

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del chico.

—¿Quieres que esté contigo allí?

—No. Quiero hacerlo sola, sé que podré hacerlo.

JungKook la rodeó con sus brazos de nuevo besando su hombro.

—Siempre estoy orgulloso de ti, ¿Lo sabes?

Y JooHee sonrió ante eso.

—Lo sé, siempre lo sé.

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HeeRan terminó de arreglarse mirándose al espejo una vez más, las nubes grises en el cielo amenazaban con llover en el transcurso del día. Por el reflejo del espejo vio a su madre en la puerta, la chica giró sobre sus talones viéndola acercarse.

—Quiero hablar contigo de algo.

HeeRan pudo suponer lo que era.

—Está bien.

—Cuando salgas de clase pasaré a recogerte, tu padre pasará por tus hermanas, no creo que entiendan lo que hablaremos—tomó sus manos—Y HeeRan...—las apretó—Quiero que mantengas tu mente abierta, ¿De acuerdo?, nunca olvides que cada cosa que he hecho en mi vida ha sido por ustedes.

Para HeeRan fue un poco preocupante. ¿Tan grave era?, asintió sin decir nada. La abrazó por unos segundos sin poder quedarse más tiempo, su rutina no se lo permitía. JooHee la miró salir de la habitación, JungKook se encargaría de llevarlas a la escuela, un poco inquieta por lo que se avecinaba, la mujer tomó asiento en la cama tomando su celular del bolsillo. Revisó en sus contactos encontrando el nombre que necesitaba.

JooHee:
¿Podemos vernos unos minutos?

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La mañana para JooHee estaba siendo muy larga. Cuando entró a esa cafetería identificó a Sana quien movió su brazo desde una de las mesas, aquella mujer llevaba su cabello de un color rojo además de ondulado en las puntas, casarse con JaeHyun trajo las cosas que jamás pudo experimentar del todo con Sehun, gracias a JaeHyun experimentaba lo que era un verdadero matrimonio lleno de amor y honestidad. JooHee tomó asiento frente a ella bajo su mirada.

—Pensé que vendrías con JungKook, es normal que ustedes dos estén juntos...a menos que deban trabajar.

—Por eso no vino. Luego de dejar a las niñas en la escuela iría al taller.

Sana frunció el ceño.

—Te veo preocupada, ¿Ocurrió algo?

—El padre de una compañera de HeeRan me reconoció—fue al grano. Ante eso, Sana se tornó seria—Me llamó Lianna frente a ella, al parecer HeeRan no olvidó haberlo escuchado cuando NaYeon la cuidaba y mi única amistad era ella—jugó con sus manos sobre la mesa—Voy a contarle la verdad, Sana.

—¿De qué estás hablando?

—Anoche me preguntó quien era Lianna, no supe que decirle, me paralicé y tuve miedo—señaló—Le dije a JungKook que hablaría con HeeRan, debo recogerla en unas horas, apenas puedo concentrarme en algo.

—Tranquila—tomó su mano sobre la mesa—Sé que HeeRan es una niña muy inteligente, escuchará a su madre, entenderá lo que tuvo que hacer tanto por ella como por su hermana.

Eso no calmaba a JooHee.

—Siempre supe que este momento llegaría, el día en que HeeRan sentiría curiosidad por cosas que no le daba importancia cuando niña—forzó una sonrisa—Puedo mentirle, eso es lo que no quiero, es un peso que he cargado desde que entré al club, quiero liberarme de esa carga.

—Y te entiendo. Muchas veces me he dicho que en algún momento, cuando Naomi sea mayor preguntará por su padre biológico. Puedo mentirle diciéndole que fue el mejor padre...o puedo decirle la verdad—JooHee tragó con dificultad.

—Si HeeRan me odia...

—No te odiará, JooHee—se cambió de asiento quedando a su lado. La abrazó con fuerza entendiendo parte de su ansiedad y su preocupación.

JooHee se aferró a su amiga inhalando profundo. Lo que más miedo le daba no era confesar lo que hizo, eran las reacciones de las niñas, sabía que podía explicarle a HeeRan porque su edad le permitía una mayor comprensión que HeeJin o JunHee, esa ansiedad que se había mantenido en calma durante siete años parecía estar despertando de nuevo.

—Le dije a JungKook que lo haría sola.

—¿Quieres estar sola con ella?—dio palmaditas a su espalda.

—Es un poco irónico como siento temor, pero al mismo tiempo no me arrepiento de lo que pienso hacer.

—Porque estás haciendo lo correcto—se alejó tomando sus brazos—Todo saldrá bien, confiemos que sí, ¿De acuerdo?

—Intento confiar, Sana.

¿Cómo creen que reaccionará HeeRan?