Prólogo

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Lukas Castellano:

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Lukas Castellano:

Vuelvo a tener el mismo sueño otra vez; siempre corro por un campo repleto de trigo mientras la brisa golpea mi frente y el horizonte se tiñe de hermosos matices anaranjados. Voy tomando la mano de alguien. Su dulce risa me hace saber que disfruta siguiéndome el paso. Miro atrás para contemplar su rostro, pero lo único que logro ver es una hermosa sonrisa en su cara, acompañada por unos bonitos hoyuelos que logran robar hasta mi alma.

I'm unstoppable

I'm a Porsche with no brakes

I'm invincible

Yeah, I win every single game

* Soy imparable

Soy un Porsche sin frenos

Soy invencible

Sí, gano todos los partidos

Extiendo la mano con la intención de apagar la alarma de mi teléfono; en cambio, lo único que consigo es caer de la cama. ¡Ahhhh! Había olvidado por completo que hoy llegarían invitados a casa. Una de las compañeras de universidad donde estudió mi madre, junto con su hijo, vendrán a pasar un tiempo en nuestra granja, ya que la señora estaba en trámites de divorcio y no tenía en donde quedarse.

Tomé mi mejor ropa para comenzar a vestirme. Apresuradamente, me puse unos jeans entallados negros para combinar con mi cabello, una camisa celeste que resaltaba mis ojos azules y unas zapatillas blancas perfectas para contrastar con mi piel. ¡Me encanta coordinar mi ropa! Ese sería mi atuendo para recibirlos y dar una buena impresión desde un principio. El timbre sonó, y al salir, mamá ya había abierto la puerta.

Una señora de estatura mediana hizo acto de presencia, esta tenía su cabello negro recogido en un moño, por otro lado sus ojos color madera acacia llamaban mucho la atención. Tenía la misma edad de mi madre pero aparentaba tener menos.

La señora saludó a mi mamá con un "tanto tiempo sin vernos" y luego a mí con un beso en la mejilla.

—Hola mucho gusto tu debes ser el hijo de Ana, me llamo Tiarane pero me puedes decir Tiara —la señora realizó su presentación, ahora me tocaba a mi.

—Un gusto mi nombre es Lukas pero me puedes decir Luk —me presenté energético y algo nervioso.

Esperaba ver a alguien más, pero no veía a nadie a la vista.

¿Acaso no venía acompañada de su hijo?

De repente, alguien más apareció en la puerta arrastrando dos maletas. Mis ojos se deslumbraron al verlo. Frente a mí se encontraba un chico alto, con un cuerpo increíblemente trabajado, piel blanca algo bronceada, ojos verdes aguamarina llenos de vida y rebosantes de una salvaje energía destellante. Su cabello negro azabache rebelde caía sobre su frente. Además, su rostro estaba perfectamente esculpido, desde su nariz respingada hasta su lunar debajo del ojo; y lo que más me impresionó fue su hermosa sonrisa, igual a la de la persona que apareció anteriormente en mis sueños.

Mi pobre corazón no tardó en acelerarse. No sé si fue por haber estado tanto tiempo sin ver a alguien nuevo por estos lares, pero había algo de lo que estaba totalmente seguro.

¡Este chico es totalmente mi tipo!

—Un gusto conocerte, mi nombre es Derek —me extendió la mano, la cual estreché firmemente mientras mis sentidos seguían adormilados con su belleza.

—Para... a... a mí también es un gusto conocerte; puedes llamarme Lucas —mis nervios se encontraban a flor de piel.

—Pasen, tomen asiento —sentenció mi madre haciéndolos pasar a la sala.

Ellos pasaron sin mas, me hice a un lado para que el chico pudiera adentrar las maletas. No esperaba que fuera tan guapo pero bueno que se le va a hacer

Y asi comenzaría mi experiencia de convivencia con nuevas personas.

Y asi comenzaría mi experiencia de convivencia con nuevas personas

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