·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ 𝘔𝘪 𝘖𝘣𝘴𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘌𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘢

ˏˋ°•*⁀➷ ᴇʟ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴏʙsᴇsɪᴏɴ

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Eras una chica como cualquier otra viviendo tu vida humana, te parecía aburrido que tu vida fuera la misma todos los días, estabas viendo vídeos hasta que te salió uno de como invocar un demonio llamado "Alastor", te parecía interesante invocar un demonio, tomaste la decisión de invocarlo, llegó la noche y preparaste todo lo necesario para hacer el ritual, estabas sola en tu casa ya que tu madre trabaja todo el día y llegaba hasta la madrugada.

— Bien, hagamos esto —

Comenzaste a preparar todo, pusiste todo en su lugar, apaste las luces y te pusiste en medio de un pentagrama, pero algo que te dio curiosidad cuando viste el ritual era que solo ibas a dibujar cierta parte del pentagrama, por lógica dijiste que seguramente ahí vivía el demonio, no le tomaste importancia y te sentaste

—Fantastico todo está listo, es hora de invocar a un demonio— Comenzaste a decir unas palabras mientras mantenías tus ojos cerrados, comenzaste a sentir un aire que venía del pentagrama —Esto es increible— Mencionaste mientras mantenías los ojos cerrados y sentías el aire en tu rostro.

Tiempo después escuchaste una vos masculina con una estática

—Vaya vaya ¿que tenemos aquí?, una mortal invocando demonios he— dijo para acercarse a tu rostro

—Oh demonios— dijiste mirándolo sorprendida — ¿enserio existen?—

El demonio soltó una risa para ofrecer su mano —Un gusto señorita— dijo aquel hombre mostrando una gran sonrisa —bueno señorita a qué se debe mi invocación?— pregunto el hombre con voz estática

—Realmente no tiene un propósito...solo quería saber si realmente existias— dijiste mirándolo apenada

—Oh ya veo, así que una curiosita no?— dijo acercándose a tu rostro y tomarlo del mentón —no pareces una chica que busque un trato con un demonio— dijo levantando una ceja

—Es que yo no quería hacer un trato— dijiste mirándolo con una sonrisa

—Si yo fuera otro demonio querida ya te habría matado por interrumpir mi valioso tiempo— dijo con una sonrisa tenebrosa

—oh...— te quedaste sin palabras, su sonrisa te dejo congelada del miedo

—Oh querida pero no temas!—

—¿Como no quieres que tema cuando sonríes de esa horrible manera?—

— Bueno querida si quieres que deje de sonreír así tendrás que hacer un trato conmigo— menciono lo último con un tono espeluznante

—¿Que tipo de trato debo hacer?— dijiste tímida mientras preguntabas

— Eres una señorita bastante interesante— daba vueltas alrededor tuyo —¿Que te parece si te vuelves mi fiel sirviente?—

—¿Sirviente?— dijiste con curiosidad

—Asi es querida, me servirás cada que yo quiera—

—Eso incluye ámbitos de otro tipo?—

—Jajaja, no lo sé querida puede que si puede que no—

—Um...bueno, supongo que no tengo opción o si—

—De hecho no querida, ya no tienes más opciones—

—Nimodo, hagamoslo— te levantaste y lo miraste a los ojos