·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ 𝘔𝘪 𝘖𝘣𝘴𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘌𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘢

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ ¿𝐐𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚?

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Por fin era el día siguiente, pensaste que todo eso de hacer aquel trato con un demonio había sido una horrible pesadilla hasta que sentiste algo en tus pies, quitaste tu cobija y viste a ese gato negro muy agusto incluso por su forma de dormir parecía una persona.

-Uh que gato tan raro- decidiste acariciarlo pero apareció un extraño humo el cual dejo en descubierto a Alastor -Pero que carajos!-

Alastor se despertó de golpe volviendo a su forma gatuna, aquel "gato" te miro feo, como si te estuviera reprochando por haberlo despertado así.

-Yo sabía que los gatos eran rencorosos pero no tanto- dijiste mirándolo -Por cierto que malos trajes- te levantaste de tu cama

Estabas a punto de levantar la blusa de tu pijama cuando sentiste que alguien te estaba mirando, volteaste y el gato estaba sentado mirándote, como si estuviera esperando para verte.

-Esta bien esto ya es muy raro- tomaste la ropa que te ibas a poner y te dirigiste hacia el baño -no hace falta que sigas en forma de gato!- alzaste la voz mientras te cambiabas.

-Bueno querida he vuelto como lo prometi- dijo alastor fuera de la puerta

-Yo creo que te quedaste desde anoche- dijiste saliendo molesta y por accidente lo empujaste

-Deberias de fijarte a dónde te diriges- dijo con una voz seca mientras pasaba su mano por el lugar donde lo golpeaste

-Y tu deberías de aprender a ocultarte mejor- dijiste molesta para dar media vuelta y toparte cara a cara con el -Carajo!-

-Shhhh- dijo para poner su dedo índice en tus labios -guarda silencio-

Te quedaste completamente callada al sentir su dedo índice en tus labios, lo miraste a los ojos al igual que el a ti

-¿Que tal si mejor buscas un buen licor fuerte para mí?-

-Lo que tú digas- te dirigiste ah por un licor fuerte para el, regresaste con este en mano -Aqui tienes tu licor- lo pusiste en la mesa dando un golpe para darte la vuelta

—No no no— dijo alastor para hacer que apareciera la cadena y te jalo dónde estaba el

—Maldicion!— dijiste mientras mirabas hacia arriba estando en el suelo

-Esas acciones no me gustan- dijo parándose mostrándose imponente y jalo la cadena haciendo que te sientas como si estuvieras incada -ve cambiando tus modales-

Te quedaste callada mientras lo mirabas sentada, estabas molesta por las acciones de el.

—Oh querida pero no me mires asi— dijo sonriendo mientras acercaba a tu rostro

—Te odio...—

—Yo igual te quiero querida— dijo para tirar de la cadena y hacer que te pararas, te tomo de la barbilla para acercarse —guarda silencio si aprecias tu miserable vida—

Su forma de hablarte te congelo, sabías que los demonios podían dar miedo, pero no tanto como el, te quedaste callada, era realmente incómodo sentir aquella cadena aún rodeando tu cuello, comenzaste a arrepentirte de haberlo invocado, no te quedaba más remedio que quedarte parada junto a el.

— Vamos querida, quita esa cara— el demonio te dio pequeñas cachetadas haciendo que regresaras.

— Perdon— dijiste sin decir nada más, sabías que esto era una maldición