En un universo donde los mundos de Black Clover y Fairy Tail convergen, se desata una historia épica de magia, amistad y superación. Natsu Dragneel, abandonado en la misma iglesia que Asta y Yuno, encuentra su destino entrelazado con los misteriosos...
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Asta se aferraba a las ramas del árbol con fuerza, su mente atormentada por las dudas y la confusión mientras se preguntaba por qué él parecía ser el único sin magia en un mundo lleno de personas talentosas. Sus pensamientos se enredaban en un torbellino de emociones, mientras se preguntaba qué tenía Yuno que él no tenía, y por qué parecía que ni siquiera le importaba.
Asta: (frustrado) ¿Por qué siempre yo? ¿Por qué no puedo ser como los demás? ¿Por qué tengo tanta mala suerte?
Natsu, abajo del árbol, miraba con preocupación a su amigo, deseando poder consolarlo y ayudarlo a superar su angustia.
Natsu: (con compasión) Asta, entiendo que te sientas mal, pero no te preocupes. Estoy aquí para ti, amigo. Juntos superaremos cualquier obstáculo que se nos presente.
Asta, sin embargo, estaba tan inmerso en su propia desesperación que apenas escuchaba las palabras reconfortantes de Natsu. Sus ojos se posaron en un pequeño gato azul que Natsu sostenía en sus manos, con una sonrisa esperanzada en su rostro.
Natsu: (intentando distraer a Asta) Mira, Asta, ¡mira a este lindo gato azul! Lo encontré mientras caminaba por el bosque y pensé que te animaría un poco. ¡Lo llamé Happy!
Asta desvió la mirada hacia el gato azul, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de tristeza y apatía.
Asta: (susurrando para sí mismo) ¿Qué importa un gato azul cuando mi vida parece tan desesperada?
Natsu suspiró con pesar, sintiendo la impotencia de no poder ayudar a su amigo como deseaba. Decidió intentar nuevamente convencer a Asta de que bajara del árbol y hablara sobre lo que lo estaba perturbando.
Natsu: (insistente) Asta, sé que las cosas parecen difíciles en este momento, pero es importante que hablemos sobre ello. No puedes quedarte atascado en ese árbol para siempre. Necesitas enfrentar tus problemas y buscar soluciones juntos.
Asta permanecía en silencio, su expresión tensa y pensativa mientras reflexionaba sobre las palabras de Natsu. Sin embargo, la sombra de la duda y la desesperación seguía nublando su mente, impidiéndole ver una salida a su situación.
Mientras tanto, Yuno seguía en su propio mundo, aparentemente ajeno al drama que se desarrollaba en el árbol cercano. Su mente estaba ocupada con pensamientos sobre su propio camino mágico, su determinación inquebrantable manteniéndolo enfocado en sus objetivos sin importar las distracciones externas.
La plaza central estaba llena de emoción y anticipación mientras los jóvenes magos esperaban ansiosamente el momento de recibir sus grimorios. Entre la multitud, un individuo oscuro acechaba, sus ojos codiciosos fijos en el brillante y especial grimorio de Yuno. Revchi Salik, conocido por sus oscuros propósitos, se preparaba para hacer su movimiento y apoderarse del poderoso grimorio para sí mismo.
Natsu, siempre vigilante de su amigo Yuno, notó la mirada amenazadora de Revchi y actuó rápidamente para protegerlo. Con un gesto decidido, canalizó su magia de fuego, creando una barrera ardiente entre Revchi y Yuno.
