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Después de almorzar, te sentaste en el sillón junto a tus hermanos. Hasta que te diste cuenta que en la invitación, no decía ni la dirección ni la hora en la que la fiesta comienza.
No es como si quisieras ir, pero la comida es tentadora, pero por otro lado, solo habrán desconocidos. Será jodidamente incómodo.
Hasta que alguien golpeó la puerta.
—Abre tu—Goldy le ordenó a Roddy—
—Dakly—Roddy te ordenó a ti. Como estabas más cerca de la puerta, la abriste perezosamente.
Solo para encontrarte con unos ojos azules mirandote fíjamente.
–Uh- –
—DAKLY!! HOLA! te vengo a buscar para la fiesta!!—No pudiste decir ni pío, cuando Pinkie te agarró del casco y de forma tan rápida, ya estabas en la casa de... Twilight?
–No dijiste que era en tu casa?–
—SI!! Pero mi casa está hecha un desastre! Asi que Twilight presó su casa!
... Ok, eso no te lo esperabas. No quieres socializar con nadie, NADIE.
—Anda, entrale!—Pinkie te levantó y te empujo dentro de la casa de la mismísima princesa de la amistad.
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Abriste tus alas y te manteniste en el aire.
—AAH! ES ELLA, ES ELLA!!—De pronto, escuchaste la misma voz de una damisela en apuros.
La miraste con indiferencia, donde esa unicornio blanca se desmayaba dramáticamente sobre un sillón rojo que salió de la raja de Celestia.
