Inspirado en: Love Story – Taylor Swift.
...
Los dos éramos jovenes cuando lo vi por primera vez, a veces suelo cerrar mis ojos para dar vueltas en el tiempo en los recuerdos de aquella vez.
Allí estaba yo, de pie, viendo las luces, la fiesta, los vestidos de baile tan hermosos que solían usar las chicas en las salidas en el año 2018, cuando teníamos entre 18 y 19 años.
Estaba parada en un balcón con un vestido blanco, por cierto bastante lindo. Lo vi caminar entre la multitud.
— Hola.
Yo ni siquiera sabía que eras una clase de Romeo, aún así me presenté.
— Julieta, un gusto.
Me presenté ante el chico, el cual no sabía su existencia anteriormente. Simplemente apreté mis labios para formar una sonrisa algo tímida.
— Felipe, pero puedo ser tu Romeo.
Reí ante su intento de coqueteo, que realmente era penoso, pero igualmente fue algo lindo de su parte.
Pasamos noches conociéndonos, deseando que lleguen los fines de semana para poder salir y verme con ese chico. Podría decir que esos ojos azules me atraparon.
...
Y ahí estaba, llorando en las escaleras, mi padre le habría pedido a Felipe que se aleje de mi, aunque los él y yo sabíamos que no queríamos eso.
Estaba rogándole a Felipe, prácticamente en el suelo ya.
— Por favor, no te vayas.
Él me miró apenado desde arriba, con esos ojos azules como el cielo, aunque podría decir que estos eran incluso más lindos, tenían un brillo hermoso siempre, y la forma que se achinaban mientras él reía o sonreía. Me llevó a pensar en su sonrisa, sus blancos dientes que los comparaba con hermosas perlas.
Sus labios, que lucían tan suaves y rosados, admito que más de una vez pensé en lanzarme sobre estos, si tan solo lo hubiese hecho en vez de pensarlo.
— Romeo, llévame a algún lugar donde podamos estar solos.
Me quedé unos segundos callada, tomé sus manos esperando una respuesta de su parte, pero Felipe tan solo seguía en silencio.
— Te voy a esperar, solamente nos queda huir. Vos vas a ser el príncipe y yo la princesa.
Agaché mi mirada soltando mis manos, dejando así que Felipe siga su camino.
— Es una historia de amor, solamente decí que sí.
Murmuré lo suficientemente alto para que él pudiese escucharme, no quería que le quede ninguna duda al respecto, yo tampoco lo dudaba.
...
A eso de las 11 de la noche, sentí un golpeteo en mi ventana, quizá eran gotas de lluvia, no le di importancia.
Los golpes comenzaron a ser más constantes y fuertes, así que decidí asomarme por la ventana, recibiendo una piedra algo grande en mi cara.
Lo siguiente que vi fue a Felipe cubriéndose su cara, no sabía bien si estaba preocupado o se estaba burlando de mi, cualquiera de las dos podría ser.
— Perdón. Baja.
Noté como susurraba y hacía señas para hacer más obvias sus intenciones.
Así que escapé hacia el jardín para verlo. Estábamos callados, si supiesen que estábamos acá, nos mataban.
Felipe cerró sus ojos, quizá para escapar de la ciudad un rato.
...
— Alejate de Julieta, no te lo voy a pedir otra vez, Otaño.
Mi papá nos hablaba en el patio, ambos estábamos cabizbajos, aún así en ningún momento nos arrepentimos de nuestra travesía. Otra vez estaba en mi habitación llorando en cuanto menos me di cuenta.
Él era todo para mi, seguía rogando que no se vaya de mi vida, e igualmente insistiendo en huir para estar solos y juntos, era lo que necesitaba.
Romeo, sálvame, están tratando de decirme como sentirme, este amor es complicado, pero te prometo que es real.
No tengas miedo, saldremos de esto juntos, es una historia de amor, solo tenés que decir que sí.
— Julieta.
Me encontraba en mi escritorio frente a la ventana, escribiéndole cartas al chico que robó mi corazón desde el primer momento, concideraba no dárselas, era difícil.
Eso creía, porque realmente me estaba cansando de esperar, esperar por una respuesta, preguntándome si alguna vez llegarías. Mi fé en esto se estaba desvaneciendo.
— Romeo, me siento tan sola.
Seguí esperando, pero nunca llegabas.
¿Acaso inventé todo esto?, ¿un producto de mi imaginación? No sabía que pensar.
Felipe se arrodilló frente a mi, sacando un anillo, y lo dijo.
— Cásate conmigo, Julieta. Así nunca vas a tener que estar sola. Te amo, y eso es todo lo que importa.
Tragó saliva, mirándome con esos penetrantes ojos azules que me enamoraban, él esperaba mi respuesta.
— Hablé con tu papá, elegite un vestido blanco, como aquella noche que nos conocimos. Vos lo dijiste, es una historia de amor, solo tenés que decir que sí.
Y éramos jóvenes cuando te vi por primera vez...
HOLIII, ¿comó andan? espero que bien, y también espero que les haya gustado.
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LSDLN - one shot.
Fanfictionhistoria respecto al cast de la sociedad de la nieve, NO a los supervivientes.