Inconveniente

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El campo de batalla estaba listo, se podía notar el nerviosismo y la muerte en el aire, y allí estaba él, Griffith estaba al frente de todo su ejercito, mientras Guts aún pensaba en lo que había ocurrido hace algunas noches.

—Así que.. no soy tu amigo.. — Guts miró hacia el frente, viendo al ejercito enemigo. —Un sueño.. yo nunca tuve algo así..

En el otro lado de donde Guts se encontraba, Casca también veía al enemigo, pero ella estaba diferente. Su rostro estaba pálido, y tenía la mano en su abdomen.

—¿Porqué ahora? — Casca suspiró, llamando la atención de uno de sus compañeros.

—¿Estás bien? — Judeau se acercó. —No tienes buena cara..

—¡S-Si! — Casca bajó su casco. —No pasa nada...

—¡¡Al ataque!! — Griffith había gritado, liderando a todo el ejercito hacia la batalla.

La formación de los Halcones era impecable, repelían cualquier ofensiva en un momento gracias al liderazgo que demostraba Griffith.
Mientras tanto, alguien estaba en el centro de todo el caos, el líder del Batallón de Asalto.. o como les decían..  Batallón Suicida..

—¡¡ROOOOOAAAAAAHHHHHH!! — Guts había cortado a dos caballeros a la vez, en esos instantes no era él, se había dejado llevar por la ira y locura, solo tenía algo en mente, matar al enemigo. —¡No tengo un puto sueño! — Pensó, enojado. —¡¿Y solo por eso no soy tu amigo?! — Guts cortó a otro soldado junto a un caballo, cada vez la espada se sentía más liviana. —¡Pues esto es todo lo que soy! — Guts atravesó la cabeza de otro soldado. —¡Una maquina de matar! ¡No conozco nada más!

—¡¡ARGH!! — Un fuerte sonido de dolor llamó la atención de Guts.

—¿Eh? — Guts miró de reojo de donde venía. —¡Mierda!

—Tú... — Un enorme soldado enemigo estaba frente a Casca, la había tumbado de su caballo. —La única oficial mujer de los Halcones.. — Casca estaba en el suelo, jadeando. —Me enferma el solo pensar que una mujer está profanando el campo sagrado de los hombres.. y no es para nada divertido luchar contra una mujer.. pero.. si complaces a los otros soldados está bien..

—¡¿Qué dijiste?! — Casca se puso de pie.

—Llegaste lejos para volverte una oficial siendo mujer.. lo más probable es que te hayas acostado con ese tal Griffith..

—¡Maldito! — Casca se lanzó hacia él, pero tuvo que bloquear un golpe del tipo, siendo derribada nuevamente. —Mierda.. me siento.. muy débil..

—¡¡Casca!! — Varios soldados de los Halcones fueron a su ayuda.

—¡¡No se acerquen!! — Casca les gritó, pero ya fue demasiado tarde.

—¡¡Aquellos que siguen a esta mujer!! — El enemigo les atacó con su alabarda, matando a todos los que fueron hacia él. —¡¡NO SON MÁS QUE DÉBILES HOMBRES!!

—Tú... — Casca le miró enojada, pero en eso la albarda fue colocada en su cuello. Moviéndose ella un poco hacia atrás notó que justo estaba al borde de un acantilado.

—Ya no hay a donde huir.. — El sujeto se acercó más a ella. —Estás vestida como un hombre.. pero viéndote bien eres bastante bella.. te voy a dar una oportunidad.. te dejaré vivir como nuestra prisionera.. pero claro.. deberás satisfacer a cada uno de mis hombres..

—Cierra tu sucia boca..

—Entonces... — Levantó su alabarda con fuerza. —¡¡PREPÁRATE A MORIR!!

Casca cerró los ojos, pero en eso el sonido del metal chocando la obligó a abrirlos, viendo a Guts delante de ella.

—¡¿Qué demonios te ocurre?! — Guts le gritó. —Este estúpido debería ser cosa fácil para tí...

La Causalidad se Puede Romper  |Guts x Casca|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora