¿Se Puede Hablar?

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La Banda del Halcón entraba a la ciudad de Wyndham, siendo aclamados por todos, su victoria había sido increíble, una acción casi imposible que ellos libraron.
Las mujeres saltaban de alegría al ver a Griffith, mientras el solo las ignoraba, a su vez, Corkus estaba totalmente emocionado, posando para celebrarlo, Rickert estaba saludando a varias personas.

Casca estaba asombrada, muchas personas, en especial jovencitas estaban saludándola, les parecía increíble el ver a una mujer que fuera caballero, era algo único de ver. El sonrojo en sus mejillas la delataba de no estar nerviosa por lo que pasaba.

—¡¡Allí vienen!! — Uno de los hombres que estaba allí gritó, haciendo que todos vieran hacia la entrada, entre ellos Casca. —¡¡El Batallón de Asalto!!

Casca observó cómo Guts entraba a la ciudadela, guiando a su parte de la caballería, se mostraba serio, imponente, pero a sus ojos.. se veía atractivo.

—¿Porqué.. me siento así? — Casca llevó su mano al pecho, sintiendo como este se aceleraba.

Las personas estaban colocándose alrededor de Guts, viéndolo fijamente, entre ellos una joven se acercó, dándole un ramo de flores. Guts se inclinó, aceptándolo.

—¡El guerrero más fuerte de los Halcones! — Uno de los hombres estaba hablando con su compañero. —¡Aquél que acabó con el General Boscogn!

—¡Si!

Casca volvió a girarse, notando ahora el ramo de flores, sintiéndose un poco descontenta, confundiéndola más aún.

—Esto es increíble.. — Gastón estaba a un lado de Guts, viendo los alrededores. —¿Qué le pareció la chica que le dio el ramo?

Guts observó el ramo, para él eso no era algo importante, pero una de las flores se parecía a una que vio en su infancia, sacándole una sonrisa.

—No estoy interesado en esas cosas..

—Siempre la misma respuesta.. — Gastón rió.

Las filas avanzaban, y cada vez más personas se reunían ahí, se podía ver en un balcón a la princesa, saludando a Griffith, pero al parecer él no la vio.

Guts dejó de observar el ramo, mirando hacia el frente, viendo como Casca le observaba, sonriéndole.
Ella no lo esperó, sorprendiéndose, y así, se sonrojó levemente, mirando nuevamente hacia el frente.
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Ya en la noche se había planeado una celebración por la victoria en la Guerra de los Cien Años, y la Banda del Halcón era el principal invitado.

La sala principal del Castillo estaba llena de nobles, y las decoraciones estaban en su auge. Así, notaron como ellos entraban, destacándose Griffith entre todos, atrayendo la atención.
Mientras avanzaban muchos les aplaudían, celebrándoles su victoria.

—Ya veo.. — Judeau habló. —Apuesto a que el dinero recaudado de los impuestos lo gastan en esto..

—Si..  — Guts respondió. —Es lo típico de estos tipos..

Corkus estaba muy alegre, viendo a las mujeres que ahí estaban.

—¡Oye, mantente firme! — Le dijo a Rickert. —¡Ellos se reirán de ti si no tienes confianza!

—Estoy nervioso.. — Rickert se notaba incómodo. —Me parece vergonzoso..

—Pero esto es lo que hemos conseguido por esforzarnos mucho..

—Tienes razón..

De esta forma se detuviera en el centro del lugar, siendo separados por la multitud.
Muchas mujeres estaban alrededor de Griffith, preguntando sobre lo que había hecho durante la lucha, pero este solo respondía con que esos no eran temas para una fiesta.

La Causalidad se Puede Romper  |Guts x Casca|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora