Cuando empezó todo...
después pasaron 2 días, seguian mirandose por el patio trasero, sonriendo, el con sus labios rosas, su sonrisa hermosa y su cabello color castaño, ella solo se consideraba fea. Un día cualquiera ellos empezaron hablar mas, a conocerse, a saber acerca de ellos, despues de que eso pasara, una hermosa noche, el le dijo que si podian encontrarse, ella nerviosa acepto su propuesta, cuando se acercaba ese momento, donde iba a pasar algo magnifico, ella con sus manos temblosas, con nervios, abrió su puerta y ahí estaba el, con su hermosa sonrisa, casi era media noche, y hablaron un rato, luego de eso, se dieron el primer beso, un beso el cual cambio todo, ella volvio a sentir mariposas en su estomago, el solo sonreia, pero lo que no sabia que cada vez que el sonreia, ella se enamoraba cada vez mas, despues de pasar eso, se continuaron viendo, hablaban mucho mas, incluso se llamaban al telefono, sus besos en cada noche la hacian sentir como la persona mas especial del mundo, su primer: "Te quiero", ella lo sabia que el era la persona que necesitaba en su vida, que el era ese hombre que le haria cambiar la vida, volver a creer que el amor existe, a pesar de la distancia que los iba a separar despues que se acabara ese verano, pero eso no era impedimento para que no siguieran juntos, una noche, despues de un mes, de ser lo que eran, el le dijo que se vieran, era media noche, ella tenia mucho frio, pero el llego, con un abrazo a quitarle eso que sentia, a darle sus calidos
os sabor a fresa, lo que le hacia sentir a ella especial, el esa noche tomo la mano de ella, la coloco en su pecho y le dijo en voz baja: "Esto solo lo provocas tu". Su corazón estaba latiendo tan fuerte, Ross no podia creer que eso estaba pasando, ella no supo que responder y solo sonrió. *Pasaron varios dias* Un día Sebastian ya se marcharia, Ross se sintio triste al igual que el, tenia que entender que por motivos de estudios; se tenia que ir, eso fue un domingo, lindo dia de ir a la playa, Sebastian fue al mar y pensando ella escribio en la arena su nombre con un Te quiero.
