Uno Para Todos

4.- "Inútil"

Dos meses después...

— ¡¡Vamos chicos!! ¡¡No por nada has entrenado para esto —Grito su entrenadora nueva.

— ¡¡E-es todo lo q-que llego!! —Grito con dolor el chico.

—Tal vez necesites un poco de...
  —Dijo Su entrenadora colocando un pie en su espalda —. ¡¡Ayuda!!

Empujandolo hasta tocar el suelo con su cabeza, lo había logrado, pudo abrirce por completo con el plus de tocar el suelo con su cabeza, pero en aquel proceso ambos pudieron escuchar algo romperse.

—Mientras no sea una de tus bolas, todo bien, ahora serás más flexible
  —Alzando su pecho con arrullo por el gran logro de su estudiante sin sacar su pie del pobre chico.

—...

— ¿Chico? —Deladeo su cabeza al no resivir respuesta.

—Oh vaya, se murió —Intentando hacer la situación cómica.

Volteo al chico encontrando con sus ojos blancos y un hilo de sangre saliendo por su boca

—Nana me matara sin duda —Dijo aun manteniendo um tono relajado.

— ¿Por que debería matarte? —Su tonalidad era sería.

—Rompí las bolas del chico —Apunto al chico en el suelo.

— ¡¿Más detalles?! —Grito enojada.

Levantaron al chico del suelo para meterlo al baño, colocaron varios hielos en la zona afectada y dejaron al chico descansar un poco.

Rumi comía una zanahoria ignorando la mirada de Nana.

—Mira el lado positivo, su novia tendrá tantas posibilidades de...

—Basta, por favor —Interrumpió Nana a Rumi para tomar un sorbo de té.

— ¿Estás enojada por lo que hize?
  —Pregunto Rumi Alzando una ceja.

—Un poco, pero el tiempo es poco, pero tampoco hay que saltarse hasta el extremo —Mirando a la culpable la cual le respondio con un "disparo" con un arma imaginaria hecha con los dedos de la mano.

—Looo sieeeentoooo, ¿si?, tal vez me emocione un poco.

—Lo que me preocupa es que dirá su madre —Volviendo a tomar de su té.

— ¿Conoces a su madre? —Pregunto con una ligera expresión de sorpresa.

—No no, me a mostrado fotos, tenemos el mismo estilo de cabello
  —Comento Nana—. Espero y la señora Midoriya no se enoje.

—Tal astilla debe ser del mismo palo ¿no?  —Bromeo un poco Rumi.

Ambas heroínas cambiaron su vestimenta de gimnasio a uno de civil con el agregado qué ambas se pusieron gorras para ocultar su rostro, Nana penso qué se vería sospechaso dos mujeres cubiertas cargando a un chico inconsciente.

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En el conjunto de departamentos, una mujer de aspecto regordete cocinaba tarareando una canción. Cocinando el platillo favorito de su hijo, estaba feliz el cambio positivo qué estaba teniendo su hijo, más alegre, las platicas eran como antes, largas y de alegría. Aún  así, se sentía triste qué llegara con quemaduras o golpes, pero ya no era como antes, la mujer pequeña de aspecto regordete penso volver hablar con la madre de Bokugou con más seriedad.