4. What if...?

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Taylor Swift – Say Don't Go.

La casa está a oscuras, no me molesto en encender las luces, ¿para qué? Me quedo en medio de la sala de estar sintiendo el frío que envuelve el lugar, al principio pienso que no encendí la calefacción —algo que empecé a hacer cuando él se mudó aquí—, luego entiendo que se debe simplemente al lugar. A la soledad que reina aquí.

Es tan deprimente. Casi tanto como yo.

Y es un poco irónico porque hace solo unos meses atrás, pensaba que lo tenía todo, que había conseguido todo lo que quería: una carrera, un futuro brillante y un matrimonio feliz. Pero todo era solo una ilusión que yo misma creé tontamente durante años porque me rehusaba a ver la verdad.

¿Cómo pudiste pensar que alguien te amaría, Lennox? —se burla en mi mente la voz de mi madre— Mi pobre niña tonta, estás tan necesitada de afecto que te rehusaste a ver la verdad. Él no te ama, jamás te amó. ¿Cómo podría alguien amarte?

—¡Cállate! ¡Cállate!

Cierro los ojos con fuerza y cubro mis oídos, pero la voz de mi madre sigue ahí, dentro de mi cabeza, dando vueltas y recordándome lo insignificante que soy y agradezco que esté muerta, porque no creo que podría soportar lidiar con esto si ella estuviera viva.

Ya tengo suficiente con enfrentarme a la realidad de que, Colin, mi esposo, no me ama.

Ahora lo sé, creo que una parte de mí siempre lo supo. Porque mi matrimonio empezó como un favor de su parte, una forma de ayudarme a conseguir ser CEO de las empresas de mi familia. ¿Y cómo me ayudó? Fingió que él y yo estábamos en una relación.

—¿Fingiste todo el tiempo, Colin?

El recuerdo de la otra noche regresa a mi mente.

Colin debe notar que estoy usualmente callada, que tarareo de forma vaga a las preguntas que está haciendo. Más tarde, podré pensar con tranquilidad si él lo nota porque me conoce o porque mi actitud está hiriendo su ego.

—¿Lennox?

Se detiene y observa las lágrimas que han empezado a rodar por mis mejillas.

—¿Lee?

Maldito y jodido apodo.

—Creo que debo irme —logro decir.

Me limpio la cara con las manos como si al eliminar las lágrimas de mi rostro, también pudiera eliminar mi dolor.

—¿Ir a dónde? Es tarde, Lee.

Se sienta erguido en la cama con toda su atención centrada en mí.

Mi mente da vuelta en torno a los acontecimientos de la noche. Sí Colin alguna vez me mostró cariño más allá del simple acto sexual, no lo recuerdo. Pero, ¿por qué lo haría? Yo no lo le importo de esa manera.

Yo no soy ella.

No hay nada amable e íntimo en la forma que me toca. Cada caricia se sentía como hierro candente presionado directamente contra la base de mi cráneo.

No puedo olvidar esto; el momento en que todo se derrumbó.

—¿Lennox? ¿Qué está sucediendo?

Colin logró capturar mi atención desde la primera vez que cruzamos palabras más allá de un saludo. Tardé cuatro meses en reconocer su presencia, pero menos de cuatro meses en enamorarme de él.

Fue tan fácil fingir estar en una relación con él, y pensé que probablemente le agradaba más allá de toda esa farsa.

No fue así.

Universos Alternos (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora