El Regreso Del Rey

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No sabía dónde estaba, viendo a su alrededor pudo ver que había paredes gigantes hechas de mármol, en las paredes había gradas llenas de personas que se encontraban festejando o maldiciendo algo.

Las personas enojadas golpeaban a mujeres y hombres que llevaban a sus lados con cadenas en los cuellos. Su vista se fijó en un hombre de cuerpo marcado, altura de 1.85, ojos verdes y pelo negro. El hombre golpeaba con fuerza y furia a una hermosa mujer desnuda con un muy buen cuerpo, pechos grandes y trasero redondo, pelo negro y hermosos ojos color amatista.

La mujer no trataba de defenderse de ninguna manera, más bien, nadie de los que sufría dichos abusos parecía querer defenderse.

Bajando su mirada, vio que solamente estaba vestido con un tapa rabos rojo, pero viendo más adelante pudo ver el cadáver de alguien con la cara totalmente destrozada.

Viendo sus manos, observo que estas temblaban fuertemente, cubiertas y goteando sangre.

"¡Y EL GANADOR DEL COMBATE ES EL RECIEN LLEGADO, ANTIGUO PRÍNCIPE DRAGÓN...!"

"¡Ahhhhhh!"

Antes de poder escuchar el nombre, soltó un grito que más bien pareció el rugido de una bestia, una bestia que añora la libertad.

Se despertó sudoroso en su cama, sudoroso y agitado. Su corazón parecía latir a mil por hora, sus manos temblaban, y sentía un frío tremendo en su espalda.

Sus ojos cafés se movían de un lado a otro, buscando confirmar que aún se encontraba en su hogar, en su aburrido pero seguro hogar.

"¡Issei! ¡Baja a comer, se te va a hacer tarde para la escuela!"

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"¡Issei! ¡Baja a comer, se te va a hacer tarde para la escuela!"

Escucho la voz de su madre desde el piso de abajo, por lo que rápidamente se levantó de la cama, se quitó su pijama dejando ver su cuerpo promedio, pero destacando un collar hecho de metal con un rubí incrustado en el. Era una antigua reliquia que su abuelo le había regalado desde hace años, y desde que la obtuvo, la llevaba consigo a todos lados, aún que ahora noto que el rubí se había roto un poco.

Ignorando esto, se puso desodorante, se vistió con el uniforme de su escuela, y bajo a desayunar.

"¿Issary ya se fue?"

Pregunto sentándose en el comedor, notando la ausencia de su hermana gemela.

"Si, tenia asuntos del club"

Si padre contesto, sonriéndole a su hijo mientras se sentaba y esperaba que su esposa les trajera el desayuno.

El castaño no contestó, simplemente se mantuvo en silencio pensando en el sueño del que se había despertado.

Después de desayunar, Issei se despidió de sus padres y se encaminó a la escuela. Mientras caminaba, seguía recordando el sueño, pensando ahora que la mujer que recibía los golpes se parecía a la Onee-sama de la escuela, Akeno Himejima.

Renacimiento MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora