Mientras WayV celebra la última noche de su gira con una gran fiesta, Ten pilla a Kun saliendo del club con un chico. Esto cambia las cosas.
O bien, Ten tiene la brillante idea de iniciar una relación de amigos con beneficios con Kun.
Créditos a: pr...
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El viaje en taxi de regreso a su hotel es intenso. En un movimiento extremadamente generoso pero imprudente, su conductor ha dejado que Yangyang, sentado, conecte la lista de reproducción de su teléfono al cable auxiliar y suba el volumen del nuevo álbum de Drake lo suficiente como para ahogar los ruidos del tráfico afuera. Yangyang todavía aprovecha la energía de actuar en su tierra natal y rebota con tanta fuerza que el cinturón de seguridad hace clic cada dos minutos, pensando que ha sido impulsado hacia adelante por un accidente. En los dos asientos del medio, Xuxi y Guanheng gritan, saltan y levantan las manos en el aire; Cada movimiento violento de la cabeza de Guanheng arroja más confeti al suelo de la furgoneta. Estaba parado junto al cañón de confeti del DJ cuando sonó, ensuciándole el cabello y los hombros; bajo las luces fluorescentes giratorias había brillado como un loco, sus ojos ardían con un brillo febril mientras Xuxi aplaudía y reía durante el tiempo suficiente para Guanheng agarró dos palmas brillantes y abofeteó con plata y azul las sonrientes mejillas de Xuxi.
Su pobre conductor, piensa Ten. Vaya lío que dejarán. Típico.
A su lado, en la parte de atrás, se sientan Dejun y Sicheng, con sus frentes aún brillando por el sudor, mientras se balancean al ritmo de la canción de rap como si fuera una balada. Dejun está haciendo riffs exageradamente, armonizando con el coro de rap, mientras Sicheng aplaude en el entretiempo, un poco fuera de ritmo. Pero está claramente encantado, riendo, con los ojos muy abiertos y maravillosos ante la caótica banda de gritos en la que de repente se han convertido. Están todos de muy buen humor. Su gira concluyó exitosamente con su show en Taiwán, y se les permitió una noche libre para celebrar y desahogarse, así como tiempo libre mañana hasta que tengan que tomar su avión de regreso a Seúl por la tarde. Por supuesto, todos están de buen humor. Ten, todavía animado por el recuerdo de sus fans cantando por WayV ahora superpuestos con los ecos del bajo del club, su sangre también está caliente. No quiere que esta noche termine. Pero todos están cansados, a pesar de su euforia actual. Ten pueden ver las señales, la lentitud para responder cuando a uno de ellos se le hace una pregunta. Yangyang está en su punto máximo y se estrellará en los próximos quince o veinte minutos, según la cuenta de Ten. Tan pronto como regresan al hotel, probablemente la mayoría de ellos ni siquiera se molestarán en ducharse antes de desplomarse en la cama.
El Kun no está en el auto. Regresó temprano.
"¿Estás bien para que todos regresen sanos y salvos?" había preguntado antes, su voz caliente en el oído de Ten mientras gritaba por encima de la música fuerte. Su palma, aún más caliente, se posó pesadamente sobre el hombro desnudo de Ten.
Ten había puesto los ojos en blanco. "Por favor. Ahora soy un experto en pastorear gatos", había dicho.
La sonrisa de Kun brilló de color rosa y púrpura brillante bajo las luces estroboscópicas. "Bueno, bien. Llámame si necesitas algo." El apretón que le había dejado como regalo de despedida al bíceps de Ten había sido al mismo tiempo un agradecimiento y un adiós. Sin embargo, Ten había recibido probablemente cientos, si no miles, de apretones similares de Kun en el pasado: muchos años, principalmente en el hombro y el brazo, pero a veces en una mano, en el muslo o en la rodilla. Dos veces le pasó en la cintura, casi como propietario. Ten no significa llevar la cuenta, pero bueno. Sólo habían sido dos veces.
