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Los Krittin charlaban alegremente en el comedor de la casa en cambio Pooh estaba en el patio trasero sentando en el césped cerca de un árbol y observaba a la nada con tristeza. Aunque su mamá, hasta su primo Michael y su amigo TopTen tratanón de arrastrarlo a la mesa familiar, él se negó, estaba muy triste y no tenía ánimos de comer.

Habían pasado unas horas y su alfa nada que aparecía y eso tenía a Pooh deprimido y pensando miles de cosas como; ya no soy suficiente, ya dejó de quererme, ya se cansó de un mudo. Enterró la cara en sus piernas y trato de no llorar. Su lobo interior gimoteaba herido y él también se sentía de esa forma.

Había invitado a Pavel para que conviviera con su familia pero este simplemente al parecer había ignorado su pedido y los pensamientos de Pooh nadaban en él "¿Se arrepintió de nuestra relación? "

Sólo habían pasado dos semanas donde ambos habían compartido abrazos y besos en las mejillas, salidas y citas. Los regalos llovían tanto de Pavel como de Pooh y a todos los lugares que iban Pooh llevaba una libreta que había sido utilizada también por Pavel para tener recuerdos bonitos, y ambos preferirían usar la libreta antes que un aparato electrónico. Y el omega pensó que todo estaba perfecto, que eran el uno para el otro.

Pero al parecer no era así y eso dolía. Dolía demasiado. Porque Pavel Naret estaba enterrado en su corazón y no quería que este lo abandonará.

Trato de aguantar las ganas de llorar, no quería que su familia lo viera de ese modo. Así que levantó la cabeza y observó el cielo por un rato perdiéndose en las formas de las nubes, tratando de olvidar un poco la pesadez que sentía en su pecho.

Quizás se estaba volviendo dramático y Pavel le había surgido algún evento y este lo llamaría y todo estaría bien. Trato de ser positivo y dejar su negatividad de lado, suspiró, que difícil era cuando era tan inseguro consigo mismo, a veces sentía que no era suficiente para su alfa pero siempre estaba Pavel ahí para recordarle lo valioso que era y en estos momentos lo necesitaba, necesitaba escuchar su voz y que le dijera lo valioso que era para él.

Cómo si su ruego fuera escuchado, la puerta corrediza se abrió y por ella pasó Pavel. El corazón de Pooh saltó en su pecho y una sonrisa se apoderó de su rostro.

Su alfa lo quería y no iba a dejarlo y darse cuenta que había sido un tonto por pensarlo por un breve momento lo tenía con ganas de golpearse.

Porque al su mirada toparse con la de Pavel, una dulzura bonita lo lleno y más al darse cuenta que el cabello negro de su alfa ahora estaba adornado por mechas azules con escarchas. Sonrió, porque sabía que su alfa, su amado alfa lo había hecho por él y eso lo hizo sentir tan enamorado. Tan cautivado y perdido por él.

Pavel se acercó y se sentó a su lado. El olor a mar y madera lo calmó y lo hizo sentir tranquilo y en paz.

—Lamento llegar tarde, pero me tarde buscando tus stickers favoritos—beso su frente y después se retiró a buscar en su bolso los stickers, se los tendió con una gran sonrisa y Pooh se derritió de amor.

A pesar de los días Pavel seguía cortejandolo y regalándole cosas, a veces cosas hechas por él y otras veces compradas. Pooh no se cansaba de ello, ser mimado por Pavel era la mejor sensación.

Pooh agarró los stickers y sus ojos brillaron al ver los stickers de gatitos llenos de brillantes. Rebotó emocionado olvidando su tristeza y besó las mejillas de su alfa que se puso rojo y tímido.

Después de bajar sus eufóricas emociones se alejó y miró a Pavel tratando de transmitir sus gracias. Movió sus labios y después soltó un bufido bajo, necesitaba una libreta. Cuando se iba a levantar a buscar una, Pavel sostuvo su muñeca.

—Traje una libreta en mi bolso mi cielo—reconfortó y Pooh volvió a sentarse.

Pavel busco en su bolso la libreta y se la tendió. Pooh emocionado comenzó a garabatear y cuando terminó se la ofreció y Pavel comenzó a leer.

"Gracias mi alfa. Amé mi regalo... Lamento pensar tonterías cuando no aparecias, pero ahora se que no debo dudar porque me quieres de la misma forma que yo te quiero"

Pavel levantó la mirada y sonrió.

—Te quiero Pooh y siempre lo haré. Esto que siento es real y nunca lo dudes cariño. Puedo ser aún muy joven pero se lo quiero y es a ti. Así que por favor deja de pensar que voy a dejarte o cansarme de ti, eso no pasara—dijo con un tono suave y lleno de amor y comenzó acariciar las mejillas de su bonito omega y el toque hizo que los ojos de Pooh se cerrarán—No sé si lo notaste pero ahora parecemos una pareja goals usando mechas.

Pooh abrió sus ojos cuando Pavel había dejado de tocarle las mejillas y este señalaba sus mechas dando entender su punto;  con una sonrisa divertida tirando de sus labios.

Pooh soltó una risita sin ruido, su Pavel era tan adorable y bonito. Buscó la libreta y escribió algo rápidamente y se la entregó a su alfa.

Pavel leyó las palabras y sonrió como tonto. Sus mejillas se colorearon con un fuerte rojo.

"Te ves tan hermoso. Eres perfecto mi sol"

—Tu eres más perfecto mi cielo—respondió con dulzura y abrazó a su omega atrayéndolo a su pecho.

Se escucharon los silbidos de fondo y Pooh se sintió avergonzado al darse cuenta que su familia había detenido sus charlas y los habían estado observado todo este tiempo.

Pavel soltó una risita y sumergió su nariz en el suave cabello de su omega. El olor de las cerezas lo inundó y soltó un sonido contento.

Tener a Pooh en sus brazos se sentía perfecto, se sentía como un hogar. Uno donde Pavel se sentía feliz, sereno y pleno y todo él lo sabía; Pooh era su omega y eso no cambiaría.

¿Puedo ser tu omega? // PavelpoohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora