Lo único que Pavel pensaba en estos momentos sentando en el sillón era, cuando Pooh terminaría las tutorías con su hermano Nut?. El que la atención de su omega no estuviera en él lo ponía un poco celoso, bufó "Calma, calma, lobo posesivo"
Pavel como todos los viernes y sábados merodeaba la sala de estar esperando por Pooh. Podía ver las miradas de los demás omegas observarlo pero él sólo tenía ojos para su cielo. Pasaba horas contemplando cada rasgo, cada sonrisa, cada suspiró y la mejor parte era cuando sus ojos almendras se alzaban y le dedicaba la más tierna y dulce mirada.
Estaba hechizado y bien enamorado y cuando a sus 16 años el saberlo debió causarle pánico o miedo, no lo hacía. El sentir este puro e inocente sentimiento tenía a Pavel tan feliz. Se sentía vivo.
Se recostó más en el sillón y movió sus dedos por la superficie. Sus ojos nunca dejaron de observar a Pooh.
Aún recuerda la primera vez que se presentó un viernes a las tutorías a observar. Los omegas le miraban encantados y él sólo los ignoraba, en cambio cuando Pooh lo miró Pavel se derritió como un panecillo y le sonrió. Pero su rostro lo surcó el miedo cuando Pooh lo miró con tristeza y Pavel lo comprendió "Él piensa que me gustará otro omega, pero que equivocado estaba mi cielo" porque el corazón de Pavel era de Pooh.
A pasos rápidos se acercó y colocó un beso en la mejilla de su omega y se apartó sonriente dejando a Pooh con la boca abierta y un sonrojo bonito en sus mejillas.
Lo adoraba y podía dar fe de ello.
Desde entonces Pooh no parecía dudoso o temeroso de que se vaya a fijar en otro omega y cada vez que sus ojos almendras lo observaban le regalaba una sonrisa suave y linda y Pavel se enamoraba más si eso es posible.
Sacudió su cabeza y la recostó del respaldo del sofá y un puchero se formó en su boca. Quería que la clase acabará, quería a su omega. Sí, sonaba infantil, pero le hacía falta el calorcito y el olor a cerezas de su cielo.
Arrugó la cara cuando Nut le dio una mirada divertida. Que se joda él era el culpable.
A parte hoy era un día importante. Hoy era el día que hacía oficial su relación con Pooh.
A pesar de que habían tenido muchas citas y encuentros en la casa del otro eso no los hacía oficiales. Por esa razón hoy Pavel daría ese paso y le pediría a Pooh que fuera su omega y aunque estaba nervioso también estaba ansioso.
Cuando la clase terminó y cada omega se fue, Pavel suspiró, al fin era su momento. Para Pavel era importante formalizar su relación; así Pooh sería suyo y él sería de Pooh y después de eso no habría marcha atrás.
Pooh se acercó con una dulce sonrisa y le tendió un papel.
Pavel miró al chico de sus sueños con confusión y la duda le hizo un nudo en la garganta pero la disipó de inmediato porque sabía que Pooh lo amaba y está no era una carta de ruptura.
Pooh se sentó a su lado y recostó la cabeza en su hombro. Pavel beso su mejilla y desdobló el papel.
En este sólo había una simple frase y el corazón se le fue a la garganta. Sus ojos brillaron y una pequeña lágrima se arrastró por su rostro.
"¿Puedo ser tu omega para siempre?"
Y él que pensaba dar el paso pero su tierno omega se le había adelantado y esto lo hacía sentir una avalancha bonita en su interior.
Pavel asintió con una gran sonrisa y agarró el rostro de su cielo y le dio un dulce beso lleno de amor, cariño y afecto.
Las mejillas de Pooh se calentaron y todo su interior fue arrasado por las bonitas emociones. Su corazón era un revoloteo constante y sus manos se arrastraron por los mechones negros de mechas escarchadas acariciando con cariño.
Pavel no sabía cómo describir lo que estaba sintiendo; eran emociones y sentimientos muy fuertes. Su corazón no dejaba de latir y su estómago sentía un cosquilleo como si tuviera miles de mariposas en su interior intentando escapar.
Pavel se apartó con suavidad y acarició ambas mejillas.
—¿Y yo puedo ser tu alfa para siempre?—preguntó y aunque ya no era necesario porque Pooh ya había dado el primer paso y ya eran una pareja oficial, de todas maneras lo hizo y espero.
Pooh asintió regalándole la sonrisa más bonita y sus mejillas brillaban bañadas de rojo.
Todo se sentía perfecto.
Y cuando se sumergieron en los brazos del otro todo se solidifico, todo calzo, no necesitaron más palabras sólo el calor y los brazos del otro.
El olor a mar y cerezas bañaba el lugar y ambos se olieron con ternura. La serenidad y tranquilidad llenaba sus corazones.
Hoy eran una pareja y sabían que sería para siempre.
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Y llegamos al final de una adaptación mas!!!
Espero les haya gustado y gracias por el apoyo y amor que le dieron
Nos vemos pronto!! byeeee
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¿Puedo ser tu omega? // Pavelpooh
Fiksi Penggemar"El alfa Pavel Naret no quería emparejarse con un omega, prefería a los betas. Para él los omegas eran desagradables, caprichosos y requerían mucha atención. Todo cambia cuando conoce al dulce omega Pooh Krittin." ...