0102 - Sabrina

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V

Jueves, madrugada

Entre aplausos luego de la despedida del conductor por el día, abracitos cordiales y saludos, Vera no pierde de vista la cierta exageración y actuación, al menos de la buena mayoría de sus compañeros. Por el lado de los nominados, al cordobés Hernán parece no darle importancia—una actitud de la menos creíble—y Catalina y Zoe se muestran medio tristes, recibiendo un poco de consuelo de algunos y algunas.

Sin embargo, la que más se destaca en su reacción es Furia, tirando besitos al aire y dando un paso hacia atrás ante otras personas que atentan a arrimarse a tratar de saludarla o darle un breve abrazo.

—Goodbye, baby —bromea, batallando un poco por continuar teniendo su espacio personal—. Soy demasiado para todos ustedes...

Vera descansa su espalda en los respaldos del sillón, observándola con una leve sonrisa. Mientras parte de los chicos no parecen tomarse positivamente su actitud—seguramente presumiendo una cierta soberbia de su parte—ella, en cambio, nota al instante que solo está actuando.

Lo que le cuesta entender es como tan poca gente del grupo parece reconocer eso, o tenerle tan poca tolerancia a una persona muy claramente a la defensiva. Seguro la votó media casa. ¿Qué esperaban los demás? ¿Que sonría y salude con dos besitos a cada uno? Wow, que pavada...

—Bueh, bajá un cambio, che. Te estábamos tratando de saludar, nomá' —uno de los chicos se excusa, en un tono con muy pocas pulgas.

—¡Pará, flaco! —reacciona Furia, haciendo montoncito con la mano, soltándose de Agostina cuando intenta apaciguarla, sin éxito—. No, todos ustedes me van a escuchar. Acepten a las personas como son. Ustedes tienen una personalidad, y yo tengo otra. Si yo quiero caminar, y hacer chistes, y hablar pelotudeces, es mi micrófono. Cada uno vino acá por algo, y yo vine a cagarme de risa de mí misma y mi personalidad, ¿sí?

—Tal cual —coincide Vera por lo bajo, no queriendo interrumpirla pero no pudiendo evitar adherir con su argumento.

—Les pido que dejen de decirme, "Juli, basta", "Furia, pará". O sea, más me dicen eso, más ganas de irme me dan —explica con una sonrisa socarrona—. ¿Saben qué? Yo mi vida la vivo como quiero. Ustedes se van a quedar acá adentro, ¿sí? Literal. Yo ya sé lo que pasa conmigo, porque me pasa en la vida en general. A mí siempre me señalan, me apuntan con el dedo... y la canción que viene. Listo, relajen. Si no quiero que me abracen, no lo hagan, si no quiero que me toquen, tampoco. Abracen a los que realmente lo necesitan, por ejemplo Zoe. Yo no lo necesito, ¿se entiende? Listo, gracias.

Hace una pequeña reverencia y termina —Y dejame decir que deje de hacer cosas, lo mismo para vos, corazón —apunta a Agos—. Cierren el ojete. Digo y hago lo que quiero de mi vida con el micrófono. Gracias.

Algunas de las mujeres asienten en clara comprensión del mensaje recibido, en general las más adultas como Agostina, la Chula y Catalina. Vera levanta dos pulgares en aprobación. Sin embargo, la uruguaya, Rosina, no parece tomarse su descargo para nada bien.

—¿Pero por qué nos hablás así de mal? —cuestiona, pareciendo shockeada por la situación.

—¿Cuándo habló mal? —interviene Vera, arqueando una ceja—. 'Ta perfecto lo que dijo.

—No, a vos no te hablé mal, amor —le contesta Furia—. Tal vez vos estás acostumbrada a que te hablen de otra manera. Lo que yo quise expresar es que yo hablo así —explica con mucha paciencia—. Para mí no es hablar mal, yo soy así, ¿entendés? Es mi manera de expresarme. Perdón, soy muy intensa, que se yo...

RED FURY | Furia / Lisandro / JoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora