𝐓𝐡𝐞 𝐛𝐞𝐠𝐠𝐢𝐧𝐢𝐧𝐠

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La música resonaba por todo el lugar; la oscuridad del lugar contrastaba con las luces neón que, aunque no iluminaban mucho, si que le daba un aspecto exótico al lugar. Podíamos ver a varios meseros, casi en su mayoría omegas, vestidos con un traje que no dejaba nada a la imaginación, y entre ellos podíamos observar a un peliverde que en su rostro poseía una sonrisa demasiado falsa que uno no entendía como las personas alrededor no lo notaban y le creían.






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Desde muy pequeño, Izuku siempre había sido alguien con una inteligencia mayor por sobre los demás, algo que el sabia muy bien y que decidió que no debía desaprovechar; su casta y su raza nunca fueron un impedimento para lograr sus objetivos, porque ser un hibrido de conejo, y más aparte un omega, para cualquiera hubiera sido suficiente para detenerlo, pero para el no, lo que para muchos era un gran muro imposible de escalar, para él era un pequeño bache que debía saltar para alcanzar lo que más deseaba.

Así que cuando la oportunidad luego de años de estudio y entrenamiento sin parar, llego con un lugar en una de las organizaciones de inteligencia humana y espionaje mas poderosas, supo que su trabajo había valido la pena y acepto el trabajo sin pensarlo ni un segundo.

Y ahora se encontraba a cargo de un caso bastante complicado. Se había reportado varias desapariciones de omegas, en especial de herbívoros, en el distrito mas grande de Japón, Tokyo; con varios intentos fallidos el gobierno japones decidió conseguir ayuda extranjera, y que mejor de la mejor agencia de inteligencia, UA.

Por lo que ahora estaba de encubierto como mesero en uno de los bares más importantes y acaudalados de todo Tokyo, donde la mayoría de las desapariciones habían sucedido de acuerdo con las investigaciones.

Claramente a Izuku le encantaba su trabajo, no por algo trabajo tanto por ello; pero lo único que no le encantaba es que, a causa del caso, él debía usar esa ropa tan denigrante y tener que aguantar como los alfas lo toqueteaban y soltaban sus asquerosos aromas para atraerlo, cosa que solo le provocaba náuseas y unas inmensas ganas de golpearlos, pero sabía que debía mantener la cordura.






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—Green, ¿Podrías cambiar esa cara por favor?— Izuku pudo escuchar a través del audífono en su oreja a su compañero Kaminari Denki, nombre clave "Kosen", un hibrido de ratón, que al igual que el peliverde, era omega.

—Te juro que lo intento, pero mi paciencia se acaba Kosen— contestó de vuelta el peliverde en un susurro mientras le sonreía de manera coqueta a uno de los clientes alfa -Que asco- pensó.

—Créeme que tampoco estoy tan feliz, pero es necesario para el caso, así que calma Green— y así cerro la conexión, por lo que Izuku solo pudo soltar un suspiro de molestia.

Ya llevaban un par de semanas dentro y aun no encontraban nada, pareciera como si ese lugar estuviera limpio, pero las desapariciones que aun sucedían y toda la vigilancia que mantenían sobre el lugar, les decía lo contrario.

Ya su turno había terminado, así que iba directo hacia los vestidores para poder cambiarse e irse de ahí a descansar, en verdad lo necesitaba. Su camino iba tranquilo, o lo era hasta que empezó a oír ruidos extraños; poniéndose en posición, empezó a caminar con mucha cautela por el pasillo tratando de encontrar el origen del sonido, pero, aunque el ruido lo seguía escuchando, no podía encontrar de donde provenía.

Con cuidado, empezó a palpar la pared en búsqueda de algún indicio que le ayudara a resolver la duda, lo cual no tardo mucho ya que pudo hallar un pequeño desnivel, pero cuando trataba de buscar una respuesta, el sonido de una explosión lo interrumpió.

—Green, Green, ¿Me escuchas?— el audífono se activó, del otro lado se podía escuchar a su compañero agitado como si hubiera corrido,

—Si te escucho, ¿Qué paso Kosen?— Izuku pregunto rápidamente mientras corría de regreso al bar para ver que era lo que sucedía.

—El bar a sido atacado, un grupo de varios alfas entraron aquí a punta de disparos...— al llegar al área del bar, Izuku pudo ver el desastre que había ahí —Todos los alfas son híbridos de depredadores, y al parecer el líder del grupo es un hibrido de León—

En ese momento Izuku solo pudo maldecir internamente, que un león se encontrara en aquel lugar solo significaba problemas —Kosen, intenta contactar a base, necesitamos refuerzos si no queremos perder toda la investigación—

—Como digas Green, cambio y fuera— en el momento que la comunicación cerro, Izuku saco una de las armas que tenía escondidas por el lugar para poder protegerse.

Con sigilo, empezó a caminar atento al lugar, sus orejas se movían de un lado al otro tratando de ubicar a alguno de los enemigos, eso hasta que a su nariz llego un aroma a sándalo que hizo que su piel se erizara y sus sentidos reaccionaran todos juntos en reconocimiento. Con rapidez volteo a sus espaldas solo para encontrarse a un alfa de cabello cenizo, claramente de alto rango, y que por las obvias características que poseía, era el león que había arribado al lugar.

En el momento que vio directamente a aquellos los ojos rubí del contrario, supo que estaba jodido, aquel león era su mate, y al parecer aquel león también lo sabía.

𝕱𝖔𝖗𝖇𝖎𝖉𝖉𝖊𝖓 𝕱𝖆𝖙𝖊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora