꒰ Un pájaro en la mano | Hananene ꒱

✧ -「 Parte IV 」⇢ [Final]

¿No se suponía que esto era sólo una aparición de bajo nivel? ¿Por qué fue tan poderoso contra la aparición más poderosa de la Academia Kamome? ¿Era el peso de sus secretos lo que realmente lo aplastaba? Seguramente Hanako tenía mejores herramientas a su disposición que un estúpido pájaro. Su mirada se posó en el orbe flotante que flotaba cerca de su amiga. "H-Hitodama-chan... ¡haz algo!"

El tsueshiro se balanceaba alrededor de la cabeza de Hanako, tratando de atacar al agresor pero golpeando algún tipo de barrera antes de que pudiera alcanzarla. ¿Fue porque no podía atacar sin golpear a Hanako-kun? "Detente... por favor, detente", jadeó el fantasma boca abajo, dando un golpe exhausto a la criatura en su cabeza, pero esta simplemente saltó fuera de su alcance, zigzagueando alrededor de su mano como si estuviera realizando un truco.

"Sería mucho mejor decir la verdad", engatusó.

Los dientes de Hanako apretaron, su rostro se arrugó en una mueca y había una especie de desesperación maníaca en sus ojos que hizo que el corazón de Nene se apretara. "¡No puedo!"

Pero el pajarito no quedó convencido. Clavó sus garras en la parte superior de la cabeza de Hanako, haciéndolo gritar. "Puedes", decía.

En realidad, había lágrimas en las comisuras de sus ojos muy abiertos. "¡Yo... he lastimado a la gente!" jadeó y su frente chocó contra el suelo con un golpe. "Más personas de las que puedo recordar... n-nunca importó antes... ¡pero ahora es diferente!"

"¡Para!" Nené suplicó. Por lo mucho que se esforzaba Hanako, era obvio que lo estaban obligando a revelar algo realmente devastador.

"¿Y por qué es diferente ahora?" La voz de Makoto era tan brillante y alegre que era casi como si no fuera un monstruo malévolo el que estaba lastimando al amigo de Nene.

"Porque..." Sus ojos se cerraron con fuerza. Su ceño se arrugó. Apretó los dientes, pero no pudo evitar que las palabras salieran de su boca: "¡Estoy enamorado de Yashiro!"

Esas palabras parecieron resonar por los alrededores hasta la eternidad. El mundo entero de Nene se detuvo. Su corazón cayó desde su pecho hasta su estómago, se sintió suspendida en el aire y la respiración que inspiró fue temblorosa. "¿H-Hanako-kun?" ¿Fue eso realmente todo? ¿Lo que más había querido ocultar al mundo? ¿De ella?

Aparentemente satisfecho, el pájaro rojo tomó vuelo, dejando a Hanako casi colapsar de bruces en el suelo, agarrándose con un puño. "Qué divertido." El chirrido de Makoto sonó divertido. "Un enamoramiento sobrenatural peligroso y violento." Volando alrededor de la cabeza de Hanako mientras su pecho se agitaba con respiraciones superficiales, se deleitaba burlándose de él. "Más de medio siglo de pecado, y algo tonto como esto es tu secreto mejor guardado. Nunca antes había visto algo así. Qué vergonzoso para ti. Qué vergonzoso. Ella no puede aceptarte y lo sabes. Es la verdad. Qué divertido."

Hubo un zumbido en los oídos de Nene. Su visión se hizo un túnel, y donde antes había una aterrorizada indecisión, una justa ira hervía en su centro y solidificaba su resolución. "¡NO ES GRACIOSO!" rugió, y más rápido de lo que sabía que era capaz de hacer, se lanzó hacia adelante. No estaba segura de lo que estaba pensando (tal vez no lo estaba). Fue completamente instintivo y completamente irracional. Ella nunca habría soñado que podría hacer tal cosa, pero...

Extendió el brazo y atrapó al pajarito en el aire, sosteniéndolo en la mano como si fuera una pelota de tenis con plumas.

Nene se quedó boquiabierta ante la criatura que tenía agarrada, que graznaba y se retorcía. "¡Liberame!" exigió. "¡No se puede silenciar la verdad!"

Hanako, que había estado tan boquiabierto como Nene, recuperó el sentido y se puso de pie. "Creo que puedo, en realidad", murmuró. "No te muevas, Yashiro."