Un hijo del fuego.

Prologo

Hace ya miles de años, nacería en un hospital de China un bebe con la capacidad de brillar, el cual cambiaria lentamente el camino que tomaría el mundo, conforme pasaban los años empezaban a aparecer cada vez más personas que nacían con poderes especiales que podrían ir desde tener la dentadura de un tiburón hasta la capacidad de generar energía eléctrica naturalmente, sin ningún tipo de aviso la raza humana evolucionaria hacia limites jamás imaginados, ahora el ser un héroe, o un villano, dejaría de ser algo que solo fuera de ficción, no seria la única en este cambio; el primer cazo se daría en Brasil, donde se empezaron a dar reportes de ratas capaces de generar pequeñas corrientes eléctricas similares a la sensación de recibir un poco de corriente al tocar un tomacorriente, los animales empezaron a cambiar junto a los humanos, al igual que los humanos las habilidades podrían variar no solo de especie si no que también de manera particular, siendo el cazo de un par de perros provenientes de la misma madre y padre los cuales tenían las habilidades de super velocidad y grito sónico respectivamente, o un oso polar que tuvo que ser puesto en cautiverio puesto que su quirk le permitía crecer y ser más fuerte con forme se alimentaba hasta el punto de volverse un peligro para su propio ecosistema; estos sucesos solían ser aislados, casos muy concretos en lugares específicos donde la vida animal crecía con mayor rapidez, pero todo se saldría de control cuando estos animales con poderes crecieran más allá de los humanos. Los primeros fueron llamados "super depredadores" animales que habrían logrado desarrollar más de un quirk, primero dos, luego tres, desarrollando con el pasar de los años tantos que hasta sus cuerpos se encontrarían deformados o alterados, y aunque los números de casos seguían siendo bajos se volvieron peligrosos para la sociedad por los diversos ataques a zonas civiles que ocasionaban, pero todo seria superado, con la llegada de los Kaijus, bestias enormes con leves capacidades mentales los cuales ya no se podían considerar animales, hubo muchos eventos de ataques Kaiju pero el peor fue en Japón donde múltiples Kaijus atacarían este país generando una guerra por la supervivencia, guerra que se detendría por algo pequeño, pero poderoso.

???: Mamá puedo ir a jugar con esos niños? -diría un pequeño niño mientras miraba por la ventana a un grupo de niños jugar.

???: Uhhhmmm -toma más fuerte la mano de su hijo antes de hablar- tal vez luego cielo, por ahora debemos ir con el doctor.

Estas personas serian Izuku Midoriya y su madre Inko Midoriya las cuales se encontraban en un gran hospital recorriendo sus pasillos lentamente; Izuku no disfrutaba de sus visitas al doctor desde  muy corta edad siempre tiene que ir y estas visitas siempre son con él sentado sin moverse mientras su mamá habla por horas con el doctor, incluso aun si terminaban temprano seria la misma rutina ir al doctor, volver a casa, ir al doctor para otra vez ir a casa, era horrible, por dios, tenia 6 años, un niño de 6 de seguro hace mucho más que ir al doctor y estar todo el día en casa; aun así, aquí estaba otra vez.

Doctor: Entonces, ninguna molestia ni nada? -apuntando una linterna a los ojos de Izuku.

Izuku: No doctor, veo muy bien

Inko: demasiado bien -ante ese comentario el doctor se giro a mirarla.

Doctor: En serio? uhhmmm bueno Izuku hagamos algo -presionando algunos botones para que baje un pequeño casco sobre la cabeza de Izuku- necesito que mantengas los ojos muy abiertos unos segundos.

El pequeño hace lo ordenado manteniendo sus ojos abiertos, sus ojos tenían un color bastante curioso, incluso para el mismo era curioso pero muy bonito pues la parte de arriba de su iris era de un amarillo  brillante mientras la parte de abajo era de un verde oscuro en ambos ojos; después de unos minutos con el casco el doctor lo retira mientras ve unos papeles.

Doctor: Bien, señora Midoriya podría hablar con usted un momento? -la mencionada asiente y el doctor se gira a mirar al pequeño- Mientras hablo con tu madre recuerda quedarte en tu asiento, si Izuku?