Aquellas manos heladas se postran ante la taza de cerámica roja, de la cual emana un calor agradable y un aroma narcótico del café con que siempre ha sabido trabajar esta cafetería desde antaño. El Lycanroc tiene una mirada perdida en la oscuridad de su bebida, pensando en cuál será el siguiente movimiento cuando su compañía llegue al punto de encuentro. Tiene un aspecto bastante cuidado y arreglado, cosa que contrasta con su decaído y frío lenguaje corporal que mantiene mientras allí se acomoda en la mesa de la esquina, casi ocultándose de todo el mundo mientras aún sostiene aquella capucha sobre su basta cabellera...
El ambiente del lugar es acogedor por donde se vea, la música delicada es reproducida por los antiguos altavoces mientras que del techo unas luces anaranjadas, más que calentar a los clientes en sí, relajan la vista y acogen a sus tranquilas almas mientras que las voces de cada uno llenan de vida el lugar, resonando entre las paredes que solo buscan proteger a las personas del invernal torrente de agua que ha caído sobre la ciudad, acariciando los ventanales y deslizándose sobre el asfalto.
Quizá la suciedad no sea lo único que el agua se vaya a llevar en esta grisácea tarde.
El dueño del lugar se da la vuelta para observar hacia la entrada después de oír un campanazo en la puerta de su local, un joven bastante desaliñado y húmedo hace presencia entre la multitud, sin embargo, la gente mas cerca a la puerta recibe un vendaval helado que rápidamente es silenciado, fuera de eso no se le da mayor importancia, las parejas continúan navegando entre sus conversaciones y los individuos solitarios disfrutan del acogedor ambiente mientras observan con detenimiento sus teléfonos, disfrutando del momento o perdiendo el mismo durante sus largas travesías en la red...
El joven procede a caminar lentamente por todo el lugar, mirando de reojo a las personas; está en la búsqueda de alguien particular en este lugar al cual eventualmente encuentra, sentado solitariamente en una mesa oculta en la esquina del lugar sin decir nada o hacer alguna expresión frente a su presencia. Así que su cara se ilumina y rápidamente entra en aquel espacio reservado ye empieza la conversación
- Hey Tyler —Se aproxima a la mesa para tomar con sus manos una de las sillas que estaban ubicadas en frente de aquel callado individuo arrastrándola hacia atrás para sentarse, y éste sin más reparo deja caer su cuerpo encima de la misma mientras ubica una pequeña maleta en el borde del asiento, antes de voltear y darse cuenta que el otro individuo seguía sin devolverle su anterior saludo.
Incómodo vuelve a tratar de generar una conversación. - Así que... Ufff, qué lluvia ¿No? ¿Cómo llegaste acá tan arreglado con esta tormenta que está ocurriendo? Creo que hasta se me mojo la ropa interior...
– Bueno, llegué hace media hora... Como habíamos acordado...
La respuesta congela todo movimiento y pensamiento en la cabeza del vulpino; su cabeza, también bastante poblada de pelaje oscuro con líneas rojas, busca palabras para salir de la penosa situación en la que se ha metido— Oh... Es verdad, siempre llegando tarde a los lugares jeje... ¿N...No crees?
– Si... Como siempre —Responde fríamente mientras el ruido del ambiente sofoca rápidamente la conversación, el joven de la capucha se la retira y juega con sus dedos instintivamente esperando una respuesta que no llega. — Está frío... —Dijo en voz baja mientras probaba su café.
El momento de incomodidad es interferido por aquel robusto señor en la entrada el cual camina directamente hacia el nuevo comensal que ha entrado, este felino de pelajes cálidos y sonrisa amigable, cortésmente dirige la mirada hacia el descuidado joven y le pregunta—Buenas tardes joven, no lo veía en este lugar desde hace un buen rato ¿No cree?
– Uh, si... un buen tiempo...
– Como sea ¿Qué desea ordenar?
– Eh... Voy a pedir un té por favor. -Responde algo confundido por la formalidad del Incineroar.
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Stupid Punks
Fanfiction(Disclaimer: Esta historia habla sobre relaciones amorosas toxicas, actitudes nocivas y pensamientos autodestructivos, donde en ningún momento se planea glorificar ni romantizar a las mismas, si te encuentras en una situación similar a la del relato...
