Capítulo II
El vampiroDesperté y note que todo estaba absolutamente oscuro, no podía ver nada, no podía oler nada, no podía siquiera reconocer algo. Me sentía sumamente agotada como si hubiera corrido días sin parar. Sentía la boca seca, el cuello me dolía intensamente, los ojos me ardían y no sabía dónde me encontraba.
Me levanté descalza de la cama en la cual yacía, sentí como si pisara algo, se sentía resbaloso y no sé porque pero deduje que algo no estaba bien. La sensación era desagradable como una mezcla de hueso y gelatina. Fue ahí cuando miles de recuerdos golpearon mi mente sobre lo que había pasado la última vez que me encontraba en estado de consciencia.
Yo.
Escapando de mi boda.
Un cementerio.
Un árbol.
Un puente. Y...
¿Un vampiro?
Tal vez esto último fue producto de mi imaginación, un producto del estrés al que estaba sometida o tal vez una ilusión causada como castigo divino del señor por fallarle a mi familia, aunque los vampiros no existían, era casi completamente imposible, sin embargo, últimamente había muchos rumores acerca de ellos. Fuera de si eran o no reales me cuestionaba, ¿Cómo había llegado aquí?¿Un secuestro?¿Un castigo de mi familia por haberla avergonzado al escapar de mi boda?¿Mi prometido vengativo? Tantas opciones y todas parecían tan aceptables como refutables.
Caminé buscando un encendedor de luz, aunque, seguía sin entender ¿Qué era lo que pisaba?, se sentía sumamente raro, como pedazos de cuarzo y pieles de animales, tal vez eran tapetes de pieles exóticas como las de cocodrilo. Cuando por fin encontré el encendedor, lo presioné, incluso antes de encender la luz ya temía lo que encontraría. Sin embargo, nunca en mi vida me arrepentí tanto de encender la luz, lo que veía era tan atroz que la voz no me salía, comencé a sollozar y corría a la primera puerta que ví esquivando los cadáveres, los había pisado estando descalza hace unos instantes confundiendolos con tapetes de temática animal. ¿Cómo era posible que no oliera a muerte y agonía? La habitación debería estar en un estado de descomposición, con la cantidad de cadáveres y sangre que había.
A pesar de mi alta tolerancia a tratar con cuerpos quería vomitar.
Tres mujeres y un hombre, de entre 19 y 22 años. Lo sabía ya que trabajaba como asistente de un médico legista. Aunque, vamos, era imposible que no apestaran por la condición en la que se encontraban, posiblemente estaba en una pesadilla, posiblemente, aún no era mi boda y todo era parte de un horrible sueño provocado por las tensiones. Posiblemente mi prometido jamás me había sido infiel.
Posiblemente... ¡Posiblemente moriría ya que esto no era un sueño! Esta escena no hacía más que ponerme la piel de punta "Serás la siguiente" me dijo mi consciencia, mientras más me negaba a escucharla, no había desafiado el deseo de mis familiares y amigos para morir en aquel lugar. No pensaba morir tras decidir que empezaría a vivir. Simplemente no podía, no quería. Sería injusto. Nunca había deseado tanto la vida como en este momento.
A fin de cuentas. A veces sólo se valora la vida cuando te das cuenta que la puedes perder.
Sin embargo, la puerta no abría. Joder. "Abran" comencé a gritar aterrorizada por lo que parecía ser mi futuro nada lejano, una muerte violenta en una habitación con cadáveres de desconocidos. "Abran por favor" "No quiero morir" "Ayudenme", nadie iba a mi rescate, de alguna manera me sentí estúpida por pedir ayuda, sí alguien llegaba posiblemente moriría más rápido, por primera vez comprendí las acciones sin sentido de las películas de horror. Una escena de la que un espectador se burla no es más que la realidad en un momento de crisis.
Comencé a buscar ventanas y nada, solo había otra puerta que conducía al baño, perfecto, había un pequeño ventanal, lo abrí y me di cuenta que estaba en un cuarto piso aproximadamente, no reconocía los alrededores, pero si algo sabía es que en cualquier lugar estaría más segura que aquí. Salí por la ventana caminando con más miedo de ser descubierta que de caer, pise la cornisa por la cual me empecé a desplazar con miedo, con terror, el vestido me estorbaba, cada paso era más y más complicado. No mires abajo, no mires abajo, me repetía una y otra vez, inevitablemente, eso sólo hizo que mirara abajo, mi estómago se revolvió y cerré los ojos para luego volverlos a abrir, continúe mi trayectoria maldiciendo no haber practicado parkour; hasta que vi unas escaleras que conducían a una especie de patio. Una vez llegué a ellas suspiré y comencé a correr tratando de que nadie me viera. Miraba a todos lados intentando mantener cada uno de mis sentidos alerta.
Pero, alguien me jaló del tobillo con tal fuerza que me tiró al suelo, haciendo que pegara un grito por la sorpresa. No quería ver a quien me mataría, suficiente miedo ya experimentaba como para ver a la criatura que me destruiría, cerré los ojos.
- ¿Tanto miedo te doy que prefieres no ver? - me dijo una voz grave que sonaba ligeramente divertida, y eso solo la volvía más aterradora. No le contesté, las palabras no salían de mis labios. - Ya que eso es lo que quieres, te concederé que jamás puedas ver. - Por un pequeño segundo no comprendí nada, hasta que me sostuvo con sus rodillas en lo que pataleaba intentando escapar. Colocó sus manos sobre mis ojos aún cerrados y estos comenzaron a arder, sostuve sus manos intentando apartarlo de mis ojos, mas no cedía, mi pupila y córnea se quebraba internamente; sin necesidad de arrancar mis ojos. Era fácil suponer que ese ser me estaba arrebatando la vista. Me estaba dejando ciega y no podía hacer nada para evitarlo, sólo era impotente en esos instantes donde mis gritos y súplicas eran ignoradas. El dolor era incomparable, un poco similar a vivir un incendio o a mil cuchillas penetrantes, podría jurar que este dolor que experimentaba era aún mayor que los casos anteriores.
Lagrimas de sangre ya estaban siendo derramadas por la novia fugitiva. Un castigo divino que el Seraphin parecía haberme mandado. Dios sí he pecado, por favor perdóname y has que esto sea sólo una pesadilla.
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Por la Sangre de la Novia
VampireTᴀɴᴛᴏ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴍᴜᴇʀᴛᴏ, ᴇsᴘᴇʀᴀɴᴅᴏ sᴜ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ ᴇɴ ᴀϙᴜᴇʟ ᴄᴇᴍᴇɴᴛᴇʀɪᴏ ᴀʙᴀɴᴅᴏɴᴀᴅᴏ, Hᴀɪᴅ ʟᴀ ᴠᴇ ʟʟᴇɢᴀʀ, ᴠᴇsᴛɪᴅᴀ ᴅᴇ ɴᴏᴠɪᴀ ᴄᴏɴ sᴜ ᴠᴇʟᴏ ʀᴀsɢᴀᴅᴏ, ᴇʟ ʀɪ́ᴍᴇʟ ᴄᴏʀʀɪᴅᴏ, ʟᴀ ʀᴇsᴘɪʀᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴀɢɪᴛᴀᴅᴀ ʏ ʟᴀ sᴀʟᴜᴅ ᴅᴇsɢᴀʀʀᴀᴅᴀ. Uɴᴀ ᴘʀᴇsᴀ ғᴀ́ᴄɪʟ ᴘᴀʀᴀ ʟᴇᴠᴀɴᴛᴀʀʟᴏ ᴅᴇ sᴜ ᴛᴜᴍʙᴀ. Sɪᴍᴘ...