parte 1

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Corea del Sur.

El cielo hablaba por aquellos que no tenían el valor de hacerlo, las nubes ocultaban con severidad el sol, las gotas de lluvia caían sin importarle al ahora viudo Moon kingboon, quien lo único que pensaba era en la niña que se encontraba a su lado con un paraguas, llorando desconsoladamente a su madre. No sólo se encontraban ellos dos, además, los familiares de esta prestigiosa familia, en un sementerio, dónde sólo se escuchaban llantos y lamentos.

Al llegar a casa la pequeña notó al instante el cambio tan desagradable que tenías las paredes dónde residía con su padre, sintiendo la ausencia de Moon Jin, la mujer que le había dado la vida. Como pudo salió corriendo de aquel lugar, intentando escapar de la horrible realidad que atormentaba su triste corazón, sin poner atención a los llamados de su padre, corrió sin parar mientras la serenidad de la lluvia golpeaban su rostro, cansada de correr s detuvo en un pequeño techo que hacía en el parque de aquel lugar, allí lloró desconsoladamente deseando con todas las fuerzas de su corazón que alguien le regresara a Moon Jin.

Al despertar, lo primero que sintió fue la mirada de alguien, para descubrí a un pequeño salir de aquella habitación bastante desconocida para ella, mientras gritaba a quien parecía ser su madre. Al instante una mujer de larga cabellera, delgada y con piel blanca se acercó a ella, tomó sus manos y con una hermosa sonrisa que adornaba su rostro.

-como te sientes pequeña? - mencionó aquella mujer de u q forma tan cálida, que la pequeña al instante recordó la dulce voz de su madre, simplemente comenzó a llorar nuevamente, sus ojos se abrieron al sentir los delicados dedos de alguien limpiando sus mejillas.

- no llores, te ves fea si lo haces - dijo el mismo niño que había visto salir un momento atrás .

- seojun!, no seas así con ella, está triste - refutó una niña al lado del menor - no llores más, tus ojos están rojos - la menor de lentes que al parecer era de su misma edad la tomó de las manos y la abrazó, sintiendose en ese mismo momento la pequeña Moon como en casa.

y justo en esa habitación de unos completos extraños, la primogénita Moon siendo abrazada y consolada por la familia Han, comprendió que su vida había cambiado para siempre.













































9 años después

La alarma sonaba como cuchillos afilados y ciertamente dolorosos en los oídos de Moon Jenni, quien al intentar apagarlo se enrredó con las mantas que yacían sobre de ella, callendo completamente al suelo.

-auch! - como pudo se levantó del suelo y s dirigió hasta quedar frente al espejo de su baño con una cara adormilada, su cabello ondulado totalmente revuelto.

_primer día de clases, Wii!! - levantó un poco su brazo derecho con poco animo, para luego hacer su aseo personal.

Siete de la mañana, el señor Moon se encontraba preparando el desayuno o haciendo un intento de este, cuando la pequeña Jenni salió de su habitación con el uniforme puesto.

-pero que es lo que ven mis ojos - mencionó el señor kingboon, mientras le daba una mirada rápida a su pequeña hija - te ves increíble mi pequeña nini

- como se supone de que debo usar esto? - dijo la pequeña algo estresada al no saber cómo acomodar un pequeño corbatín para completar su uniforme - obba! Ayúdame - chilló la pequeña con un puchero en su rostro, y si, la primogénita era toda una ternura, sus ojos verdes emanaban una inocencia, todo de ella hablaba por si sólo, dando a entender que la pequeña era lo más adorable que alguien podría conocer, conquistaba el corazón de cualquier ser con su sonrisa y carisma.

True Beauty - amando sin fronteras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora