La farola rota parpadeaba inquietantemente, y las calles estaban vacías, desprovistas de cualquier forma de vida. Dan se detuvo bajo su luz defectuosa, que él y su misterioso jefe decidieron como su vago punto de encuentro. En una noche fría de principios de primavera, el aire era fresco y penetraba en sus pulmones. Dan respiró hondo y suspiró mientras contemplaba la luna llena. El sereno cielo nocturno no ayudaba a calmar su agitación interior. Estaba de pie cerca de la farola oxidada y llevaba un jersey negro de cuello alto, una sudadera gris desgastada, los habituales vaqueros azul marino y unas zapatillas de deporte raídas y manchadas de mugre acumulada. Su aspecto tosco se mimetizaba con la destartalada infraestructura que le rodeaba. Dan estaba desesperado por conseguir dinero y confió en su mentor, que le sugirió que trabajara como médico clandestino para llegar a fin de mes. Dan estaba especializado en fisioterapia, pero tenía experiencia de primera mano en primeros auxilios y tratamiento de heridas. Consciente de ello, su mentor decidió pasarle el número de teléfono de Dan y, para sorpresa de éste, recibió una llamada solicitando sus servicios.
Su primer trabajo fue ayudar a tratar al infame líder de la organización criminal BLACK, Joo Jaekyung. Le nombraron "Emperador", un título muy apropiado para el gobernante del submundo criminal de Corea del Sur. La organización estaba rodeada de misterio y era intocable; la policía nunca podría infiltrarse en ella. Mientras Dan esperaba, sus pensamientos daban vueltas en su cabeza.
¿Esto está bien? ¿Estoy tomando la decisión correcta? ¿Qué pensaría la abuela si lo supiera? ¿Estaré bien?
Reflexionó durante largo rato, con la mirada perdida en el suelo, esperando aliviar los pensamientos que asolaban su mente. Tenía las palmas de las manos sudorosas por la anticipación y la espalda caliente por los rayos de luz que le llegaban desde arriba. Sentía que la ropa se le pegaba a la piel. Dan lo sentía todo a la vez.
Se despertó cuando se detuvo un todoterreno con los cristales tintados por encima del límite legal. Era negro y elegante, justo el tipo de vehículo que irradiaba un aura misteriosa y sofisticada. La ventanilla se bajó lo suficiente para que ambos pudieran mirarse a los ojos. Un caballero con gafas y pelo castaño claro le saludó.
"¿Es usted el doctor?"
"S-Sí. ¿Es usted con quien hablé por teléfono? ¿El Sr. Park?"
"Sí, soy yo. Ahora, entre".
La conversación fue fría y directa al grano: no hubo tiempo para cumplidos ni charlas triviales. Cuando Dan abrió la puerta de la UVE, le sorprendió un hombre más joven, con el pelo corto y negro, que parecía tener apenas veinte años. No tenía cara de pandillero, así que Dan se detuvo en seco.
¿Qué demonios? Es sólo un niño. ¿Cómo de desesperados tienen que estar los bajos fondos para contratar a niños?
"¿Qué demonios estás haciendo? No te quedes ahí embobado, entra".
El joven le espetó, Dan no perdió detalle y subió al todoterreno. Antes de que arrancaran, el joven envolvió los ojos de Dan con una venda negra, lo que le sobresaltó.
"¡¿Qu-Qué estás haciendo?!"
"Lo siento Doc, pero esto es por su seguridad. Cuanto menos sepa, mejor".
¿Por mi seguridad? No me hagan reír, ustedes sólo se preocupan por sí mismos.
Dan se guardó sus cínicos pensamientos. A continuación, el joven colocó unos auriculares con cancelación de ruido sobre los oídos de Dan. Desprovisto de sus sentidos, la ansiedad de Dan empeoró a medida que su sentido del tiempo se distorsionaba. Juntó las manos con la esperanza de calmarse.
Condujeron un rato y luego se detuvieron en un callejón oscuro. Sus rápidos pasos resonaron en las calles vacías. Dan fue conducido al interior con la ayuda del joven y sólo se quitó los auriculares y la venda cuando se lo ordenó el señor Park. Bajaron las escaleras hasta donde les esperaba su líder. A cada paso, Dan sentía que se le hundía el estómago, como un pozo sin fin que se hacía cada vez más profundo. Tap, tap, tap. Cada paso que daba le acercaba más a un destino inevitable.

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Límite - Jinx
FanficDesesperado por conseguir dinero, Kim Dan decide hacer algo que le causa un dilema. Decide ayudar al infame gobernante del submundo criminal, Joo Jaekyung. Cuando sus mundos chocan, Dan descubre que las líneas se difuminan y que las cosas no son tan...