Dos reyes pasan San Valentin en la guarida Parte 1

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Jason le pasó el libro a Leo, este empezó a leer con velocidad, parecía que a alguien no le molestaba leer y no era un hijo de Atenea.

"Está bien, tengo tres cafés para ustedes tres." dijo Naruto alegremente, bajando su bandeja cerca de la mesa mientras colocaba las tres tazas de café humeante al lado de sus clientes que esperaban "Lamento la espera. La última hora ha dado bastante trabajo."

"Está bien. No nos importa." dijo la mujer en el medio, sus ojos castaños oscuros se movían entre Naruto y las otras dos mujeres a cada lado de ella "Huele celestial, ¿no es así, chicas?"

"¡Absolutamente!"

"¡Valió la pena la espera!"

Si tenía que adivinar, las tres jóvenes eran hermanas, poseían un cabello largo y oscuro, junto con unos rasgos élficos que solo servían para mejorar su ya bonita apariencia. Llamaban la atención de los otros clientes, aunque no parecían darse cuenta. Aunque el invierno estaba llegando a su fin y su frío persistía en el aire, los tres vestían blusas que dejaban los brazos desnudos, cada una de diferentes tonos de blanco, haciendo que Naruto temblara al mirarlas. Supuso que a algunas personas no les afectaba el frío como a otras. Deseó tener tanta suerte.

— Yo tengo esa suerte.

— Leo, el poder ser de fuego no cuenta.

— Lo que pasa es que tienes envidia Percy.

El hijo de Poseidon le sacó la lengua, él podía ignorar el frío del océano, cosa mucho mejor en su opinión.

Momentos antes de que entraran las tres mujeres, la corriente del viento se fortaleció por un breve momento. A los ciudadanos de Nueva York les bastaba con pensar que era una mini corriente de aire, pero era suficiente para que él se diera cuenta. Años de entrenamiento en el Monte Myoboku habían agudizado sus sentidos a un nivel extremo, hasta el punto de poder sentir el chakra de la naturaleza y las fuentes de energía relacionadas sin la necesidad de activar el Modo Sabio. Las mujeres, aunque no estaban cerca del nivel de algunos individuos que habían visitado el local, podía sentir que aún así eran más fuertes que el humano promedio por un amplio margen. Sin mencionar que cuando entraron a la vista de la tienda, podría jurar que su cabello y los dobladillos de sus vestidos estaban bailando en el aire.

— ¿Espera puede detectar a los dioses?

— Eso parece hijo de Júpiter, pero estoy más interesada en ese monte y el llamado modo sabio.

Los hijos de la diosa de la sabiduría asintieron ante las palabras de su madre.

— Poder detectar todos los cambios a tu alrededor, eso es parecido a mis habilidades de sentidos super agudizados.

La voz de Artemisa hizo que todos giraran la cabeza hacia ella.

— ¿Ejemplo?

— El saber hijo de Poseidón, que ahora mismo tu corazón está latiendo cerca del doble de su velocidad normal. Probablemente porque tu novia tiene su mano un centímetro más cerca de tu ingle de lo que estás acostumbrado.

Las palabras de Artemisa habían causado que más de una ex cazadora, siendo a partir de ahora llamadas como las niñitas de Hestia, girara la cabeza hacia la diosa y se sonrojaran, está respondió el gesto con una sonrisa. También habían provocado que Atenea mirara mal a su hija y que Poseidon le diera un pulgar arriba a su nuera.

Leo siguió leyendo, eso sí, con una gran sonrisa de diversión en el rostro.

Al igual que con los demás, no vio razón alguna para mantenerlos alejados. Mientras no comenzarán a causar problemas, serían bienvenidos.

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⏰ Última actualización: Feb 14 ⏰

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