𝗣𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝗼

1K 57 4
                                    

25 de Marzo de 2004

La morena recién despertaba de su sueño, pues habían sido unas horas de parto extenuantes. Y el hecho de ser todavía muy joven, no es que estuviera a su favor.

-¿Estás bien amor? - el joven rosarino entró con cautela a la habitación de hospital donde su pareja estaba - ¿Como te sentís?

-Un poquito cansada no más - le respondió con voz suave - ¿Y la nena? ¿Sabés cómo está? ¿Ya la viste?

El chico asintió - Vengo de verla en los cuneros; esta hermosa.

-¿Me podes llevar a verla? - pidió Antonela con anhelo.

-Espera un toque, la enfermera me dijo que ya la traía para que le dieras pecho - acotó Lionel - así no te agitas.

-Esta bien - suspiro la joven - es que quiero cargarla un ratito.

En el rostro del joven se dibujó una sonrisa de ternura - yo la cargue, se parece mucho a vos amor.

-¿Que decís? Todavía es muy pequeña para saber - se rió levemente ella, Lionel se quedó mirándola - ¿Que me miras? De seguro que parezco un espanto.

-No digas boludeces - se acercó a ella acariciándole el cabello - si para mi siempre sos linda - le dejo un beso en la coronilla.

Unos toques en la puerta, hicieron que los jóvenes argentinos salieran de su burbuja. Una enfermera se abrió paso en la habitación y con ella traía la incubadora con la pequeña recién nacida -Hola hola, miren quien está aquí - les informó en voz baja.

-Mirala Leo, es hermosa - se emocionó la joven al ver a su hija - no doy más.

-Los dejaré un rato a solas, para que estén con la pequeña - les avisó la enfermera y con las mismas los dejó solos.

-¿Me la pasas amor? - pidió.

El joven Messi se acercó a la incubadora y tomó con delicadeza a la bebé - Hola mi amor - le habló con suavidad a la pequeña en sus brazos - mira quién tenés ahí, es mami - se la acercó a la joven.

-Hola bebé, mira lo chiquita que estas - le habló con suavidad, cuando tuvo a la pequeña en brazos - mi bebé hermosa - besó con delicadeza su cabecita.

-De los dos - añadió Leo mirándola a los ojos - nuestra pequeña... Margot Messi Roccuzzo.

Antonela al oír aquello se quedó inmóvil - ¿Co-como?

-Eso, que mi vieja me ayudó a registrar a la nena - confesó mientras acariciaba la mejilla de la bebé - es responsabilida' de los dos.

-Te amo ¿Lo sabes verda'? - habló con cariño en voz y con un brillo especial en su mirada.

-Yo más - Leo sintió como su hija le agarraba el dedo con el que el la estuvo acariciando y en cuanto se detuvo a mirarla... Conectó miradas con la pequeña.

Y no hubo momento más feliz para él que ese - Las amo a las dos.

La joven pareja compartió un momento en pareja. Además de que Antonela experimentó la conexión entre ella y pequeña mientras la amamantaba.

-Mira como le brillan los ojitos - comentó mientras la miraba con devoción.

- Y como no, si se manda alta lija - respondió con gracia - tremenda hambriada salió.

-Sos un pelotudo - rodó los ojos.

-Hola - saludó la enfermera de vuelta en la habitación - ¿Ya has terminado? Tengo que llevarla de vuelta para que descanse.

𝗘𝗔𝗦𝗬 | Fermín López Donde viven las historias. Descúbrelo ahora