21| Nueva Orleans

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Aria

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Aria

El sol empezó a entrar por la ventana de la habitación, haciendo que abra los ojos despacio para acostumbrarme y me encuentro en una situación que jamás me iba a imaginar estar: en la cama, desnuda sobre el pecho de mi jefe que también está desnudo.

Miro las facciones de Dimitri, está relajado y parece que no le preocupa nada, como si fueramos otra pareja más, pero me doy cuenta que estaremos llegando tarde al aeropuerto y rápidamente me separo de él para buscar mi celular.

— Buenos días klein—escucho detrás mío y volteo para mirar a un Dimitri somniolento— ¿Qué pasó?

— ¡Llegaremos tarde al aeropuerto!—le respondo dejando mi celular y bajo mis pies al suelo—

— No llegaremos tarde a nada, mis hombres habrán pensado que dormimos mucho después de anoche—me dice y yo siento sus manos tomándome de la cintura— ¡Vuelve a la cama, tenemos tiempo de sobra!—siento como su cuerpo se apega a mi espalda y me da un beso en mi hombro—

— Pero...

— Nada de peros klein—me dice y en un abrir y cerrar de ojos me encuentro nuevamente acostada y él encima mío— Podemos disfrutar unas horas más

— Quiero llegar—mis palabras fueron reemplazadas por un gemido por consecuencia de sus besos que van de mi cuello a mis pechos—

— ¿Decías?

Sus besos siguen manteniéndose en mis pechos pero su boca se prendió a uno de mis pezones,succionándolo y mis gemidos aumentan con esa acción suya, él se desprende de uno dejándomelo rojo y erizado para prenderse del otro.

— Dimitri—gimo de nuevo y él me sonríe desde donde está, para separarse unos segundos—

— ¿Si? klein

Aprovecho que se alejó de mi, con mi pierna como puedo hago una llave para darnos la vuelta y quedar yo encima suyo y me acomodo mejor sobre su regazo y le sonrío.

— ¿Aria?

— Creo que te debo algo de anoche

Arrastro mi cuerpo hasta quedar acostada sobre mi cama y mi rostro quedando en la misma altura de su pene, esta es la primera vez que haré algo así por completo pero tomo una iniciativa y mi mano la dirijo a su pene con cuidado y lo tomo para empezar a mover de arriba a abajo.

— Aria—escucho su gemido y eso me incita a dirigir su pene a mi boca para empezar a chuparlo usando mi lengua—

Dimitri

Aria está haciendo una maravilla con su boca, me está haciendo sentir como si estuviera en el paraíso y la miro mientras mi pene entra y sale de su boca; está siendo una perdición su boca y mi mano la llevo a su cabello suelto y lo agarro en una coleta para que no le moleste.

Peligroso Amor  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora