Yoongi
—¿Me veo bien? —Pregunté mientras movía una mano sobre mi atuendo de pantalones de yoga negros y una camiseta sin mangas blanca y lisa.
—Muy bonito. —Insistió papi con una sonrisa.
—Seré aún más bonito para ti más tarde. —Le prometí. Por el momento, solo tenía un poco de rímel y un toque de brillo de labios ya que nos dirigíamos al estudio, pero papi y yo teníamos planes para la cena más tarde para los que me vestiría. Siempre me gustaba lucir lo mejor posible cuando me llevaba a citas, y papi siempre se veía muy orgulloso de tener a su chico lindo del brazo.
—Imposible. —Resopló, levantando la nariz en el aire y haciéndome reír.
—Solo espera. Pero por ahora, será mejor que bajemos y nos aseguremos de que la puerta esté abierta.
—¿No me vas a decir lo bonito que soy antes de irnos? —Bromeó. Todavía llevaba sus pantalones de chándal grises de antes y los había combinado con una camiseta negra lisa. Estaba siendo tonto, pero pensé que se veía guapo sin importar lo que vistiera.
—Estás hermoso como siempre.
—Bueno, está bien. —Asintió. —Ahora podemos irnos.
Me reí entre dientes y di un paso hacia la puerta, pero me detuve en seco.
—¡Espera! No puedes ver mi tapón a través de mis pantalones, ¿Verdad? —Me había olvidado de comprobarlo.
Papi soltó una carcajada.
—Chico, ¿Crees que te dejaría salir de esta casa si hubiera alguna posibilidad de que alguien viera lo que es mío?
—No, señor. —Le respondí con un guiño juguetón.
Me reí todo el camino abajo mientras papi me pellizcaba el trasero detrás de mí. Me reía con tanta fuerza que me perdí el último escalón, pero afortunadamente papi me tomó en sus fuertes brazos y evitó que me cayera. Abrí el estudio y cuando encendí las luces y comencé a escuchar música relajante, la puerta tintineó, indicando que alguien entraba.
Me di la vuelta y sonreí cuando vi a Jimin y Taehyung entrar por la puerta principal.
—¡Jimin! —De acuerdo, tal vez estaba un poco más emocionado de verlo; Taehyung también era un gran amigo, pero Jimin era mi mejor amigo en todo el mundo, además de papi, por supuesto.
—¡Oh! —Jimin extendió los brazos y corrí hacia él, permitiéndole que me envolviera en un cálido abrazo. —Feliz día de San Valentín.
—A ti también. —Lo saludé, apretándolo de vuelta. —Gracias por venir.
—¡Por supuesto! No me perdería esto por nada del mundo.
Me soltó y le tendió la mano a su novio, quien la agarró rápidamente. —Taehyungie y yo hemos estado practicando. —Sonreí mientras me movía las cejas. Solo podía imaginar el giro travieso que tomaron sus sesiones de práctica. —Oh, te traje algo. —Tomó una pequeña bolsa de regalo de la otra mano de Taehyung y me la tendió.
—Gracias. También tengo algo para ti, pero planeaba llevarlo a la cena si te parece bien. —Taehyung, Jimin, papi y yo íbamos a tener una cita doble más tarde. Los cuatro nos llevábamos muy bien; Taehyung era el mejor amigo de papi, Jimin era el mío y los cuatro juntos nos sentíamos como una familia.
—No tenías que comprarme nada. —Insistió, y Taehyung y yo nos reímos disimuladamente. A Jimin le encantaban los regalos y la atención. Nunca esperaría un regalo, por supuesto, pero ciertamente nunca rechazaría uno. —Abre el tuyo.
