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El verano se sentía como un invierno en Mónaco, mi padre me ha traído a este lugar como un segundo trofeo por haber ganado la competencia de karts juveniles. No hay nada nuevo que ver pero es de muy buen gusto ver a mi hermana sonreír cada que vamos a la heladería donde venden batidos de fresas.

Recuerdo jadear de desesperación al bajar del kart un poco asustado de los resultados de la carrera, estaba asustado en no quedar en primer lugar. Llegó un momento en el que solo pisaba el acelerador con un solo pensamiento, el poder alejarme cada vez más de mis contrincantes, el verdadero terror se acumuló en mi cuando hice una mala frenada en una curva, sentía las milésimas perdidas y mis manos temblaban en el volante pero más fuerte lo sostenía. Tanto esfuerzo de mi parte y gritos de mi padre para nada, pude respirar un poco de nuevo cuando oí el anuncio de mi primera victoria, pero sabía que podría respirar sin algún desespero cuando viera la cara y oyera el veredicto final de mi padre. La victoria claro que era un mérito del cual estuve orgulloso y quería celebrar junto a los demás pilotos que se me acercan y cargan con mucha felicidad, sin embargo la incertidumbre no me permitía disfrutar el momento con dicha.

Mostré mi mejor cara ante los demás, acepté fotos, cruce de palabras, halagos y entrevistas con los que me pedían, aunque nada de eso me importaba y no le encontraba sentido alguno. Lo hacía para satisfacción de ellos, además estoy seguro de que no les interesaba lo que pensaba o hacía. Todo lo que les relataba sobre mi experiencia en la pista eran simples falacias al no tener una respuesta verdadera y correcta para poder expresarme. Quien pensaría que habrían mucho más de eso en el futuro y con mucha vergüenza admito que no tengo idea de cómo podré responder a todas esas cosas que me preguntan.

He vivido los cortos catorce años de mi vida haciendo felíz a las personas, una de ellas y la principal es mi padre, tal vez no tendré recuerdo de si en algún momento logré tener una fijación además del automovilismo así que hubo un punto donde todo lo que hacía ni siquiera lo hacía por busca de aprobación, el único episodio de mi vida en donde estuve feliz por su aprobación fue luego de tanto estrés poder verlo a lo lejos y ver su característica sonrisa, esa que solo nos regalaba a mí y a mi familia. Supe en ese entonces que ya no había más que temer. Hace dos semanas luego de la entrega de trofeos pude hacer felíz y satisfecho a papá a pesar de que ambos sabíamos muy bien que esto era solo el inicio de algo aún más grande. Conozco en la actualidad la felicidad e ilusión que le hace verme llegar muy lejos, conozco muy bien lo mucho que quiere verme lograr cosas que él no logró, conozco que él busca que sea mucho mejor que él, y yo no rechisto ni niego nada de lo que me dice, siempre asiento sin ningún problema porque nunca hay ninguno.

Por las calles siempre pasan carros de distintas marcas y modelos los cuales me animé a aprender, aquel que está estacionado en frente de la tienda Victoria Secret es un Porsche 911, aquel en el que bajan dos chicas con pintas de riquezas es un Aston Martin Valkyrie, el otro de allá, el que está esperando a que los peores pasen es un Toyota Prius, uno de los más recientes de la marca, ahora me pregunto que otras cosas recientes tendré que hacer para la escuela.

El cielo está realmente libre aunque la brisa es muy helada, los árboles se ven más verdes de lo habitual y en la televisión de el establecimiento se oye cómo pasan una serie de farándula, veo como mi madre habla con mi padre y después mis hermanos se acercan a pedirle cualquier cosa del menú mientras hacen la cola para pedir, estoy sentado plácidamente jugando con algunos brazaletes que tengo y dando vuelta a una de las perlas de uno de los brazaletes en específico, es amarilla, lo hizo mi hermana con un estuche que le compraron hace poco tiempo por buenas notas en sus estudios, ese día estaba roja como un tómate y felíz por toda la euforia de si todo saldrá bien ha desparecido.

Mis pensamientos son algo que no logro descifrar, aunque sea muy divertido hundirme lentamente en ellos se vuelve muy tedioso cuando me ahogo por unos segundos con ellos y así volver a la realidad.

Phony | Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora