S A I R A
Lo pude ver salir del espacio de Iván, con una sonrisa de "Ya gané" probablemente tenga razón, mi vieja me dijo que una más y se deshace de mí, como si fuera un simple objeto.
Miro mis pies pensando en qué le voy a decir a Spallati, prometí no volver, pero no pude negarme al trato de Nicolás, necesito esa plata, tengo que pagar la escuela. Ya sé, ya sé, es responsabilidad de mis viejos, ¿Pero ustedes piensan que esos dos son capaz de pagarme algo? Ni siquiera son capaces de tenerme en cuenta en sus vacaciones o a la hora de desayunar, almorzar o cenar, dicen que si quiero comer, que yo me compre esa comida, ¿aún así piensan que me van a pagar la escuela?
- Saira, Saira, Saira... -levanté mi cabeza al escuchar a Iván- Me dijiste que ya no ibas a volver esposada, ¿Qué pasó?
- Perdón, Iván. En serio, perdón. Pero fue muy necesario hacer lo que hice. Entendeme. -solté rápido-
- ¿Necesario comprar droga, Saira? -dijo Iván con decepción- Era lo único que faltaba que hagas, y lo último que pensé que ibas a hacer. Bah, ni siquiera se me pasó por la cabeza que iba a caer tan bajo, Di Tello. La droga mata, Saira, no es bueno que consumas eso.
- Ni siquiera era para mí, pero fue por plata. Necesito esa plata, mis estudios dependen de ella. En serio era necesario, Iván. -terminé de decir e Ignacio soltó una risa-
- No podés creer un cuento así, papá. Claramente te está manipulando, ¿no te das cuenta? -dijo este-
¿Papá? Entonces este es el famoso hijo de Spallati. Aunque ni siquiera se parecen, Iván es amable, me trata con comprensión y no es igual de forro que Ignacio, no parece yuta.
- Vení, vamos a hablar mejor allá. Ustedes se quedan acá, llamen a Emilio y díganle que vaya a mi oficina. -pidió Iván-
- Los detenidos deben declarar los hechos acá. No sería correcto llevarla a un sector privado, mucho menos a la oficina del subcomisario, ¿sabés toda la información que puede llegar a sacar? -dijo Ignacio-
Pobre iluso.
- Muchas gracias, Nacho. Pero ahora el caso está en mis manos, te ordeno que te quedes acá. Elián, decile a Emilio que vaya. -sin más, me puse de pie y caminé atrás de Iván-
Yo avisé, de acá salgo, porque salgo.
- ¿Qué pasó? -dijo Emilio entrando- ¿Saira? ¿Qué hacés acá?
- Hola, Emi. Perdón, ya sé que dije que iba a tratar de no volver así, pero en serio que había razones, lo juro.
- ¿Qué hiciste? -preguntó-
- Compra de droga. -dijo Iván- ¿Qué razón había para comprar droga según vos?
- ¿Me pueden dejar explicar? Por favor. -pedí a lo que asintieron- Necesito plata, necesito pagar la escuela, y como no tengo laburo, un chico me dijo que me iba a pagar 15 mil pesos si yo le compraba marihuana y pasta base. Acepté, pero cuando fui a comprar, el chabón me quería cobrar más de lo que me habían dado, y le dije que no tenía más. Sacó un arma y me apuntó. Ya sé, está mal y no justifica lo que hice, arriesgué mi vida por un par de pesos, pero quiero terminar de estudiar así consigo una carrera, me gusta estudiar, y mis viejos no me van a pagar los estudios, por más que quiera. Y perdón, sé que dije que no iba a volver, en serio, perdón. -dije con la cabeza agachada, mirando mis pies y ocultando lágrimas-
Esta vez no estaba manipulando a nadie, esta vez sí son lágrimas reales. No siempre se trata de Saira actriz.
- ¿Por qué no nos dijiste nada, Sai? Sabés que podés contar con nosotros para lo que sea, ¿por qué no me pediste a mí? Sabés que lo iba a hacer. -dijo Emilio-
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Terrible Yuta //Ecko//
Diversos- ¿Ah sí? Mirá vos, ¿Quién dijo que el yuta este iba a tenerme ganas? - ¿Querés ver que tan yuta soy? Te arresto cuando quieras, bonita.