Madrugada,en la torre con forma de manzana que se alzaba sobre uno de los ladosdel nuevo Hazbin Hotel, su único huésped parecía negarse al sueño.O más bien, no podía entregarse al mismo.
Erade aquellas noches en las que Lucifer sentía, irónicamente, lasvoces de sus demonios, punzando dentro de su cabeza. Formando un nudoen su garganta y un peso en su pecho.
Elrecuerdo de su caída, sus deseos siendo aplastados por lasreincidencias de los pecadores y la sensación de abandono que leacompaño por siete años eran algo que incluso ahora se le hacíadifícil olvidar por completo. Incluso si creía en la causa de suhija y disfrutaba de su compañía ahora que se había instalado enel hotel.
Habiendocreado ya el séptimo patito de juguete en la noche, decidió que erasuficiente desarrollo compulsivo por hoy. Seguía sintiéndosemiserable y las paredes de su habitación empezaban a generarle algode claustrofobia, así que optó por dar un paseo nocturno por elhotel. Quizá los fríos y deshabitadas pasillos calmarían un pocosus pesimistas pensamientos.
Nofuncionó. La ausencia de inquilinos en aquella inmensa construcciónsólo reforzó las dudas con las que había estado lidiando toda lanoche.
Solohabía pasado un mes desde que reconstruyeron el Hazbin Hotel, tantoLucifer como su hija sabían que todavía lo tendrían difícil.Debían tener paciencia y esperanza. Charlie poseía ambas, era unaalma joven y muy distinta a su progenitor. Pensar en su hija formóla primera sonrisa de la noche en el rostro de Lucifer. Casi sintióel impulso de asomarse a su cuarto en silencio y comprobar si dormíabien. Hacía eso cuando ella era más pequeña. Pero no ahora. Ya esuna adulta y convive con Vaggie. No sería adecuado.
Aúnasí, los pasillos seguían siendo insuficientes para la mente enllamas del lucero. Quien tras sopesar varias opciones se rindió antela idea de escabullirse a la nueva zona de bar reservada para Husk. Aestas horas incluso el gato debería haberse retirado a descansar,por lo que podría conservar la poca dignidad que le quedaba al optarcomo medida desesperada beber hasta que el alcohol le hiciera olvidarsus pesadillas. Solo, sin nadie que le juzgase o quisiera señalar loobvio de tan mala decisión.
Negándosea darle más vueltas al asunto, se encaminó hasta la zona elegida.Su determinación, así como sus pasos, rápidamente se vieronfrenados por una melodía que se hacía más clara a medida que seacercaba al bar del hotel.
"They'rewriting songs of love, but not for me."
Luciferse detuvo, escondiéndose tras la sombra de uno de los pilares de laestructura, sintiéndose algo tonto por rebajarse a encontrar ahurtadillas el motivo y el origen de aquella música.
"Alucky star's above, but not for me"
Aúnasí, prefirió concentrarse en la melodía y no en su propia imagen.Al prestarle más atención, rápidamente pudo distinguir el tonoinconfundible de una pieza de jazz, compuesta por humanos. (En elinfierno es difícil encontrar música con tanta...elegancia. Luciferlo sabía bien)
"Withlove to lead the way"
Saliendoun poco de su escondrijo y mirando al frente, encontró que lacanción no venía ni más ni menos que del rincón de licorería alque él mismo pretendía acercarse. Para más inri, ya estaba siendoocupado por aquel demonio rojo, Alastor. Se encontraba de espaldasal rey, meciendo vagamente un vaso de cristal fino con licor en sumano ¿Podría ser posible? ¿De verdad tenía tan mala suerte? ¿Deverdad ese demonio, Alastor, había tenido la misma idea que él? ¿Yencima se le había adelantado?
"I'vefound more clouds of grey
thanany Russian play could guarantee."Luciferquiso gruñir, exasperado por tan terrible coincidencia. Pero sinquerer llamar la atención del contrario todavía.
ESTÁS LEYENDO
A Kiss That The Devil Has Known (AppleRadio-RadioApple)
FanficDebía decir que no. La razón le decía que no debía aceptar la mano de ese demonio. No hacerle caso a su curiosidad y seguir con una vida sin peligros. Pero si en algo era experto Lucifer, era en caer a la tentación. O en el que Lucifer se encuentra...