Cap 8: Un dúo de ebrios y la tienda sospechosa.

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- Creo que deberías dejar de beber, es demasiado temprano para embriagarte, Kazuma. - Dijo Mitsurugi consternado.

- hic... ¿Que hay de tí, Mitsurugi? También estás tomado, Hic.

- ... No tomé tanto como tú. - Mitsurugi me quitó el tarro de cerveza que estaba apunto de beber y se lo tomó el solo. - Puah...

- Hic... Oye, eso era mío. - Balbuceé sin estar realmente molesto por la situación.

¿Cómo llegamos a esto? te preguntarás.

Megumin no ha aparecido, las veces que la he visto está con Yunyun... Esta última cuando intenta conversar conmigo es interceptada por la Loli explosiva... Raro.

Aqua está ocupada trabajando por una deuda con el bar del gremio que ella generó y Darkness regresó a la casa de sus padres un tiempo.

Por qué Aqua trabaja en lugar de hacer misiones conmigo para pagar su deuda?

Uno, no iré a misiones por SU deuda.

Dos, no hay misiones de nivel bajo-medio gracias a qué un general del rey demonio se mudó cerca del pueblo, espantando a los monstruos cercanos.

Mitsurugi decidió quedarse en Axel un tiempo por si el general ya mencionado hacía algún movimiento.

Pero como no ha pasado nada, estamos bebiendo un rato, el momento perfecto para mencionar...

- Hay un extraño local que quiero que visitemos... - Mencioné casualmente.

- ¿Hm...? - Mitsurugi me vió confundido mientras tomaba un sorbo de otro tarro que pidió.

- Mientras estaba escapando de una turba furiosa de chicas, encontré un local hic... Decía que habían... - Me acerqué al oído de Mitsurugi. - Súcubos que ofrecen sueños húmedos.

- E-Eh- ¡Uh! Urk... Cof cof... - Mitsurugi casi se atraganta con su bebida. - ... ¿De verdad?

- Lo ví con mis propios ojos... O bueno, ojo.

- Significa que...

- Puedes pedir lo que quieras, cualquier sueño se te hará realidad... Incluso puedes usar personas reales... O waifus.

- ... Suena tentador... Pero poco ético. - Mitsurugi muestra un ligero sonrojo mientras toma otro sorbo. - Hic, Al diablo lo moral, le entro.

- Así se habla mi japonés amigo Hic.

Después de pagar por lo nuestro, Mitsurugi y yo nos levantamos y fuimos directamente hacia nuestra felicidad.

Lo guíe al callejón antes mencionado, y ahí estaba, el local de súcubos que asemejaba a un café.

- Hic... ¿Estás seguro de esto? - Pregunté volteando a ver a Mitsurugi... Solo para ver qué el ya había entrado. - ¡Hey! Espérame...

Entré detrás de él al café, fuimos recibidos por dos Onee-san de pechos grandes siendo abrazados por lencería ligera, casi llegando a nudismo. Cada una tenía un tono de pelo distinto (Rosado oscuro y Rojo respectivamente)

- O-Oh... (x2) - Mitsurugi y yo estábamos sorprendidos.

- Bienvenidos... ¡Oh! Pero si no es este el héroe de la espada Gram. - Dijo la súcubo de pelo rosado.

- H-Hola... - Mitsurugi estaba intentando ser cortés evitando mirar demasiado.

- No te pongas nervioso. - Vociferó sensualmente la Onee-san mientras tomaba de la mano de Mitsurugi y alzaba su quijada hacia ella. - No intentes evitarlo, nuestros trajes son para que los veas... No tengas vergüenza Fooo. - La chica sopló el oído de Mitsurugi antes de guiarlo a una mesa.

KonoSuba: Lo que merezco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora