Epilogo: Humanos

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[Shinichi narra]

Tengo que hacer algo.

Solo eso.

Moverme, pelear... y enfrentarlo. Cosas fáciles.

No entiendo ¿Por qué estoy paralizado por el miedo?

— ...Gouto -pronuncio sentado sobre el sofá de la sala.

Aquel parasito...es el más terrible que he conocido.

Vencerlo, y enfrentarme a él después de que hubiese destripado, matado y asesinado sin piedad algún a más de cuatros escuadrones de soldados armados... Era un locura mayor, pero...

"Ahora no estoy con fuerzas

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"Ahora no estoy con fuerzas... Ven el próximo día y juguemos, Shinichi"

Él, me está esperando. Y no me extraña...

Yo había colaborado en lo que era el "descubrimiento y la limpieza de sus amigos" en el gobierno. Muy aparte de compartir el cuerpo con un parásito,... por lo que pudimos charlar en esa ocasión. 

Gouto tenía muy claro mi existencia como un "experimento de convivencia" entre las dos razas, protegido hasta la traición y muerte de Reiko Tamura.

Migi está dispuesto a pelear. Para sobrevivir lo haría, estoy muy seguro.

Solo faltaba que yo lo decidiera.

Este combate podría llevarnos a la muerte, a cualquiera de los dos... en el peor de los casos a ambos.

— No lo hagas. –una voz cálida y delgada habla en el centro de la sala y ahora acercándose para estar delante de mí. — ....Te matara

Suspiro y levanto la cabeza para verla.

Ah, ahí...es ella. La mujer que conocí hace poco y la que me hace no sentir no tan solo.

No puedo permitir que Gouto se entere de su existencia o la cazaría también.

— Si no voy... -me pongo de pie, quedando a un paso de ella — ...podría venir por ti

Sus ojos bailan de un lado al otro comprendiendo la situación. Llego a acariciar una de sus mejillas con mi mano izquierda, eso parece detenerla de sus cavilaciones.

— Está bien –le digo. Voy decidiendo. Si lo mato, ella no tendrá que vivir con miedo.

— ¡No está bien! –chilla y avanza un paso en mi dirección, esta vez se encamino no solo a tomar mi mano izquierda, si no a Migi mas. Sostiene ambas al decirme — ...Huiremos...dejemos todo atrás

La bella ilusión de la esperanza latente y fuerte es lo que hallo en sus ojos cuando me pongo a admirarlos.

No es un buena opción –comenta Migi saliendo de mis manos sujetas por ella — Gouto los....

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