Seguía caminando junto a Fran y poco a poco le explicaba las razones por las que no me sentía preparada para volver a encariñarme de alguien
Cuando era pequeña mi madre me decía que sentiría las maripositas esas que rebolotean por todo tu estómago y te dejan sin respiración al hablar con esa persona especial
Pero mi persona especial solo logró asesinar a esas maripositas y las enterró junto a él en ese ataud del que jamás volvería a salir y jamás volvería a verlo
El se llamaba Ian, nos habíamos conocido en la escuela, estábamos en el mismo salón, estuvimos de novios algunos años, pero a mis 17 años el tuvo un grave accidente que lo dejó en coma, pero finalmente lo terminó alejando de mi para siempre
Puedo decir que lo amaba aunque era muy joven para saber siquiera que es el amor, tenía miedo de volver a enamorarme, tenía miedo de volver a enterrar mi amor
-tenes que olvidarte de eso Nic, Kuku te adora y no sería bueno que te perdas de su cariño por el miedo, avanza gordi, el te ama- dice Fran tomando mis manos que estaban frías por el clima que hacía
-ya no sirve de nada Fran, Kuku esta molesto y no me va a hablar otravez- digo bajando la mirada
-dale que decis, el te adora me doy cuenta solo como te mira- dijo Fran calmandome, eso me ayudaba mucho
Llegamos a la casa y Kuku ya estaba dormido, solo pude irme al cuarto tomé mi pijama y me cambié dentro del baño, fui devuelta a mi cama y no encontraba en ningún lugar mi cobija
Hasta que un golpecito en la puerta del cuarto me hizo voltear, ahí vi a ese chico con su cabello despeinado y algo serio parado en el marco de la puerta con mi cobija en sus manos
-te dejaste esto en el otro cuarto- dice Kuku sin mirarme a los ojos, lo que me hacía sentir terrible
-gracias, porque te fuiste del cuarto?- pregunté con la voz quebrada para que Kuku notará que eso más que molestarme me hacía mucho daño
-solo vine para darte esto, chau- dijo Kuku dejandome la cobija en las manos y a la vez dejándome con la palabra en la boca
Volví a mi cama algo triste, mientras volteaba a la cama que era de Kuku pero ahora se encontraba Agus mirando su teléfono
Enseguida volteo a verme y se acomodó en su cama para molestarme un poco y hacerme reír, le gustaba hacer eso conmigo y funcionaba bien
-tenes una sonrisa hermosa, no me gusta verte así- dijo Agus a la vez que se sentaba sobre la cama
Eso me hizo sentir mejor, me recosté en mi cama y abracé como de costumbre mi cobija que yo amaba con mi alma, tenía esa cobija desde hace algunos años había sido un pequeño obsequio de Matias y Male
Era especial para mi además de ser un regalo era la cobija que siempre tenia para un momento triste así como lo era este
Estuve mirando el techo algunos minutos hasta que poco a poco cerré mis ojos y me dormí
A la mañana siguiente el ruido de una discusión me despertaba de mi incómodo sueño, no había dormido para nada bien y estaba lista para pelear con quien interrumpiera mi sueño
Me levanté rápidamente de mi cama, molesta, abrí la puerta del cuarto para encontrarme con Kuku y Fran que se encontraban discutiendo pero no llegaba a ser una discusión fuerte más bien parecía Fran regañando a Kuku
No puedo explicar como pero al intentar soltar una palabra lo único que salió de mi boca fue un sollozo y comencé a llorar para luego caer al suelo aun con mi cobija en las manos
-Nic!, que paso?- dice Kuku levantandome del suelo y limpiando las lágrimas de mi rostro
-no quiero escuchar peleas nunca más, quiero que se acabe todo, quiero mi casa- dije llorando como una nena pequeña que extraña su hogar y al mismo tiempo volviendo al cuarto en donde aún estaba Agus
Presiento que eso hizo caer a Kuku, al oír esas palabras de mi boca corrió por su abrigo y salió de la casa con una expresión de tristeza, no fue lejos, de hecho se quedó sentado afuera de la casa aún cuando llovía fuerte
Mientras estaba sentada en el sofá y Fran me preparaba un café para calmarme veía por la gran ventana que estaba en el frente a Kuku que estaba sentado sobre el suelo mirando hacia afuera
Solo veía el suelo sin expresión alguna
Como me gustaría estar ahí para abrazarlo
-porque te torturas así bonita- dijo Agus sentando a un lado de mi
-no quiero jugar ahora Agus- dije algo molesta aunque sabía que Agus no tenía la culpa pero estaba molesta con todos
-dale no seas así, voy a salir, anda a cambiarte, y por si te lo preguntas no es una pregunta, anda a cambiarte- dijo Agus mientras ponía mi cabello detrás de mi oreja y me entregaba una bonita sonrisa
Sabía que seguir mirando a Kuku desde adentro de la casa me haría peor así que terminé aceptando la propuesta de Agus
Me levanté del sofá, dejé el delicioso café que Fran me había preparado y fui al cuarto por algo de ropa
Unos minutos después ya estaba lista, era como una bola de ropa, hacía mucho frío y no quería volver a enfermarme, Agus me tomó de la mano y me llevó corriendo hasta afuera
Al salir pensaba en ver a Kuku pero Agus me lo impidió y me llevó lejos de ahí
-no entiendo, si Kuku te quiere tanto lucharía por ti, yo jamas dejaría a una chica como vos- dijo Agus y esas palabras hicieron que me ruborizara
-es complicado creo- dije mirando hacia los lados
-no es nada complicado, si la chica que me gusta no esta segura y pide tiempo le doy el tiempo y ya esta- dijo Agus mientras seguía tomándome de la mano
Era acaso una pequeña indirecta?
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