La Reina Quiere Divorciarse

Capítulo 19: Malicia invisible

"Señor Iris"

Estoy seguro de que estaban esperando que terminara pronto.

En un lugar soleado del jardín donde florecen hermosas flores de sasanqua, Corinna me espera con un té preparado en la mesa. Es invierno y la temperatura es fría, pero gracias a la luz del sol, el aire no se siente tan mal.

Especialmente ahora que estoy tan enojado que ni siquiera puedo sentir la temperatura. En un ataque de ira, Iris caminó por el camino de ladrillos rojos y se dejó caer en el asiento que Corinna le había preparado.

Inmediatamente, Corinna me sirve un poco de té perfumado en una taza de porcelana blanca, pero no tengo ganas de beber té con mucha gracia.

(¡Frustrante! ¡Frustrante! Nunca pensé que perdería contra Hina――)

Además, fue una derrota desastrosa ya que tuvieron que cubrir su fracaso.

Inconscientemente golpeé mi puño cerrado contra el mantel blanco, pero aún así no se calmó.

"Iris-sama, los resultados del examen de la Santa Princesa son----"

Corinna preguntó tímidamente desde mi lado, sosteniendo una tetera. Debe haber tenido un mal presentimiento sobre el estado actual de Iris.

Respondí con un suspiro mientras él me miraba con una expresión de preocupación en su rostro.

"De ninguna manera."

"¡Eso es todo!"

Frente a Corinna que gritaba, no tenía energía para ser fuerte. No pude evitar dejar escapar un suspiro.

"Entonces, ¿Iris-sama se volverá inferior a esa chica llamada Hina?"

"Parece que es una batalla de tres asaltos, así que si gano dos veces más, estaré bien. Pero sólo para estar seguro, necesito encontrar el lugar donde está retenido Giito..."

El examen de la Santa Princesa fue inesperadamente de sentido común en otro mundo. A menos que sepamos de qué época y país provienen los santos que se han reencarnado hasta ahora, podría suceder lo peor.

"Entonces, Corinna, quiero que busques el celular de Gito sin que nadie te vea..."

"Así es, Iris-sama."

Corinna miró a su alrededor y se inclinó cerca del oído de Iris para que nadie más pudiera oírla.

"Cuando casualmente pregunté sobre esto cuando fui a la cocina antes, escuché que la prisión de esta mansión está en el extremo noroeste. Estoy seguro de que Gito también está allí".

"Noroeste---"

(Como era de esperar de Corinna. No podía creer que hubiera adivinado mis sentimientos y ya estuviera tratando de averiguarlo).

El solo hecho de tener a mi lado una criada conocida y confiable hace una gran diferencia en mi tranquilidad.

Finalmente, sintiéndose aliviada, Iris tomó el té.

"Gracias... Ahora, si surge una emergencia, podré dejar que Gito escape por su cuenta".

"Por favor, no digas cosas tan desconsideradas. Ahora, come algo dulce. Esto se lo entregaron a Iris-sama antes. Estoy seguro de que hay personas en esta mansión que apoyan a Iris-sama. Shin"

"Si ese es el caso, está bien, pero..."

Mientras disfrutaba del aroma del té dulce, miré los productos horneados colocados frente a mí. Es un hermoso dulce horneado. En el centro, se coloca un melocotón encurtido en miel, cuyo color tostado húmedo brilla a la luz del sol.