Capítulo 18

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Maratón 1/3

Isabella

- Sigo sin comprender cómo pueden ser hermanos- digo, mientras camino de un lado a otro en la habitación, Daniel me ve con cara de fastidio

-Hermanastros

-Lo que sea, por que no me dijiste nada?-

-Porque, no encontré el momento adecuado

- Y cuando se suponía que iba hacer el momento "adecuado"- hago énfasis en la última frase

- Un poco preguntaste

- Y cómo pensabas que te dijera, Hey mi amor tienes una hermanastro?

- mi amor?

- Yo dije mi amor?

- Si así lo dijiste

- No, yo creo que tú escuchaste mal

-En serio de todo lo que te dije, nada más te quedó mi amor se supone que estamos resolviendo el problema de que tenías una hermanastro y nunca me dijiste nada.

-Viste lo admitiste.

-Ay ya quien no le dice,mi amor aquí en Venezuela.

- No tiene nada que ver me dijiste a mí, mi amor.

- A bien bello, pues ahora uno no puede decir nada.

- No mejor repítelo se escucha demasiado lindo con tu voz.

- No te sientas especial, Yo le digo mi amor a todo el mundo.

-Pero, no entiendes, que no me importa si se lo dices a todo el mundo, me lo dijiste a mí.

Cabo recalcar, ya en este punto estoy muy sonrojada ruedo los ojos tratando de disimular, a lo que me da una sonrisa atraviesa.

- Ay ya, se supone que yo te estaba formandote un peo por no decirme lo de tu hermanastro.

-Bueno, pero si nunca preguntaste, y puedes dejar de caminar de aquí para allá, me estresas.

-Pues te jodes.

-Contigo siempre me jodo.

-Quien te manda, a demás si no quieres verme de aquí para allá, pues cierra los ojos.

-Yo sí te quiero ver, pero no así, sino con menos ropa.

Recojo un cojin del suelo, y se lo lanzó directo en la cara, a lo que el condenado se ríe, me siento patética.

-JAJA, muy gracioso no?

-Sip

-Idiota- murmuró por lo bajo.

-El idiota que tu amas.

-Y quién dijo que yo te amaba?.

-Tú gemidos de noche.

MIERDA

Este es el verdadero así no era

De pana

No soporto que esté tan tranquilo, cuando yo estoy así de roja y nerviosa con solo saber que esta en la misma habitación.

Pasa un rato, y sigue acostado en la cama, con sus ojitos bien cerrados, no entiendo cómo me puede estar tan tranquilo, cuando yo estoy echando desastre, y eso me choca.

Me quito las pantuflas que cargo y camino silenciosamente, esto me haces sentir como cuando era chiquita y salí en la noche a robarle las galletas a mi mamá. Me acerco cada vez más y más hasta que llegó a su lado me abalanzó sobre el.

Si Te Doy Un Beso ¿Me Lo Responderías?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora