Me desperté temprano como es costumbre para mí a pesar de qué estaba muy cansada, después de un viajé por carretera de 7 horas quién no lo estaría
Ayer llegué a Beacon Hills de sorpresa después de 2 años viviendo con papá, solo mamá me vio llegar ayer y le pedí qué no le comentará nada a mi hermano, yo misma quería sorprenderlo
Después de unos segundos sentada en el borde de mi cama, por fin me puse dé pie y fui hacia el baño, me duche, me lavé los dientes y luego me vestí. Me puse unos jeans ajustados y una sudadera color verde qué no me quedaba pegada del todo al cuerpo, por último até mis zapatos color blanco y me peiné un poco
Durante todo el rato qué estuve arreglándome, intenté hacer el menor ruido posible, y cuándo ya estaba lista bajé las escaleras en silencio, los dos estaban sentados en el comedor, mamá a punto de irse al trabajo y Scott a la escuela
Caminé hacia ellos en silencio y me detuve detrás de Scott, qué me daba la espalda y con mis manos tapé sus ojos con dificultad, casi teníamos la misma estatura, pero él siempre se veía más alto qué yo, Scott se asustó y empezó a llamar a mamá, quién estaba viéndonos con una sonrisa en la cara
Pasaron unos segundos y Scott se desesperó, tomó mis manos, las quitó de sus ojos y sosteniendolas volteó, su cara se relajó y se iluminó junto con una sonrisa de oreja a oreja, soltó mis manos, me miró quedando en shock y luego me abrazó fuerte, muy fuerte... casi no podía respirar
-Scott, no puedo respirar- dije mientras le daba unas palmadas en la espalda y me soltó
-No puedo creerlo, cuándo llegaste y por qué no me dijiste qué vendrías- dijo aún con una sonrisa y emocionado
-Pues entonces no hubiera sido una sorpresa- mire a mamá quién venía caminando hacia nosotros
-¿Lo sabías?- volteó Scott a ver a mamá y le preguntó
-Llego ayer muy tarde, quién creías qué iba a recibirla- mamá se encogió de hombros y sonrió
Los tres nos dimos un abrazo, y se sintió tan bien, cómo esos abrazos, qué mamá nos daba al recogernos de la escuela de pequeños, o cuándo llegaba de trabajar y nosotros corríamos a la puerta a recibirla. Fue cuándo me di cuenta qué alejarme estos años de ellos dos, no fue la mejor decisión qué tomé, los había extrañado y muchísimo, extrañaba estar con ellos, sus abrazos y algunas veces pasar tiempo con mi hermano
Al terminar el abrazo, mamá se despidió de nosotros para irse al trabajo, Scott y yo debíamos ir a la escuela
-¿Ese es... el auto de papá?- preguntó Scott al verlo estacionado al frente de nuestra casa
-Era- volteé a verlo y sonreí -ahora es mío- caminé hacia el auto sacando las llaves de mi bolsillo
-¿En serio?, papá te lo dio?- se veía muy asombrado