Tuve dos clases más y luego salí al campo a ver el entrenamiento y mientras estaba sentada en las gradas pensé varías veces en algo, pero al fin me atreví y baje hasta donde estaba el entrenador
—Disculpe— toco el hombro del entrenador esperando que se volteara
—¿Ahora qué?— dijo antes de voltearse y verme —creí que era otra persona, que quieres?— me hablo y luego volvió a concentrarse en los chicos en el campo
—Quería saber si aún se puede hacer la prueba para entrar al equipo— dije, pero pareció no escucharme o simplemente estaba ignorándome —Entrenador— de nuevo toque su hombro
—Sí, dile a tu amigo que venga— rodó los ojos, volvió a centrarse en el equipo
—No, no es para un amigo... es para mí— en cuanto dije eso el entrenamiento volteo y se rio
—¿Qué?, no, el Lacrosse no es para chicas— dijo en todo de burla mientras se reía a carcajadas
—Déjeme hacer la prueba y lo comprobamos— dije mientras tomaba un palo de los que estaban a un lado de mí
—Ya mejor, ve a clases y olvídate de jugar en el equipo— me quito el palo de las manos y luego se alejó
—Déjela dar la prueba entrenador— grito Jackson a lo lejos
El entrenador me vio por unos segundos y luego a Jackson quien le asintió y el camino hacia mí a darme de nuevo el palo de Lacrosse
—Que sea rápido— yo solo sonreí y camine hacia Jackson
—Gracias— le dije en voz bajá mientras pasaba por su lado
Me preparo para empezar, pero de repente empecé a ver borroso, no preste atención y empecé a jugar, al primer tiro no anote, al segundo hice una jugada muy buena a mi parecer, pero al entrenador no lo convenció, y al fin al tercer intento pude anotar casi desde la mitad del campo
Celebre y Scott corrió hacia mí a cargarme y abrazarme
—Desde cuando juegas tan bien— dijo en medio del abrazo
—Creo que solo mucho ejercicio y práctica— sonreí
A
ntes de bajarme dio un par de vueltas, de nuevo todo se volvió borroso y no me dio tiempo ni de ignorarlo porque al instante caí al suelo desmayándome
*Cinco minutos*
Abrí los ojos y lo único que pude ver fue a todos a mi alrededor y a unos pocos kilómetros del campo una ambulancia de donde bajaban un par de enfermeros y venían hacia mí